Aunque suelen usarse como sinónimos, huracán y “ciclón” no son fenómenos distintos. Con la llegada del ciclón a la Argentina a continuación te contaremos por qué se le dice de esta manera y por qué existe varias nombres para referirse a él.

Qué es un ciclón y qué causa

Un ciclón tropical es un sistema atmosférico cuyo viento circula en dirección ciclónica, esto es, en el sentido contrario a las manecillas del reloj en el hemisferio norte, y en el sentido de las manecillas del reloj en el hemisferio sur.

Como su nombre lo indica, el ciclón tropical se origina en las regiones tropicales de nuestro planeta. Como la circulación ciclónica y bajas presiones atmosféricas relativas normalmente coexisten, es común usar los términos ciclón y baja de forma intercambiable.

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Cuando un ciclón tropical alcanza el grado de tormenta tropical, es nombrado para facilitar la comunicación entre meteorólogos y el público

Cuando un ciclón tropical alcanza el grado de tormenta tropical, es nombrado para facilitar la comunicación entre meteorólogos y el público

En latitudes templadas los ciclones son referidos como depresiones o ciclones extratropicales, y el término ciclón se usa sólo para referirse a los ciclones tropicales.

Los ciclones tropicales están entre los sistemas meteorológicos más peligrosos y destructivos de la tierra. Mientras la estructura y funcionamiento de una tormenta tropical madura son conocidos, su origen aún no es bien entendido.

Cuál es la diferencia con el huracán

Ambos se refieren al mismo sistema meteorológico, una tormenta tropical con nubes organizadas, fuertes vientos y lluvias intensas. La diferencia está en el lugar del mundo donde ocurren. En el Atlántico Norte y el Pacífico Norte se los llama huracanes, mientras que en el Océano Índico y el sur del Pacífico reciben el nombre de ciclones. En Asia, en cambio, se los conoce como tifones.

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Los ciclones intensos están entre los más destructivos de los desastres naturales

Los ciclones intensos están entre los más destructivos de los desastres naturales

Todos estos sistemas nacen en zonas de aguas cálidas y requieren condiciones muy específicas: alta temperatura del océano, mucha humedad y bajas presiones atmosféricas. De esa combinación surge la energía que alimenta sus vientos, que pueden superar los 200 km/h, causando destrozos y grandes inundaciones en las regiones afectadas.

En Argentina, sin embargo, no se registran huracanes porque nuestras costas no están bañadas por mares tropicales. Lo que sí suele aparecer son los ciclones extratropicales, que se forman por la interacción de masas de aire frío y cálido en la región del Atlántico Sur. Estos sistemas también pueden provocar lluvias intensas, tormentas y vientos muy fuertes, pero no alcanzan la magnitud devastadora de un huracán tropical.

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