En las góndolas de los supermercados o los mostradores de los almacenes es común ver los maples de huevo a temperatura ambiente. Sin embargo, al llegar al hogar, lo común y conveniente es guardarlos en la puerta de la heladera.
Hogar: ¿por qué compramos huevos a temperatura ambiente y en casa debemos ponerlos en la heladera?
En los lugares de expendio los huevos suelen estar fuera de la heladera. Sin embargo, especialistas aclaran que al llegar al hogar es necesario guardarlos en la heladera
Esta situación se repite con otros productos, por ejemplo las mermeladas o las leches en caja. Pero en estos casos la explicación es lógica: están cerrados al vacío y, una vez abiertos, es conveniente que no pierdan una temperatura constante en un lugar cerrado que evite la proliferación de bacterias y una mejor conservación.
¿Por qué los huevos en los almacenes y supermercados están a temperatura ambiente?
En supermercados y almacenes los huevos se exponen fuera de heladeras o refrigeradores, pero en casa no. Esa contradicción genera dudas sobre seguridad y conservación. ¿Por qué los supermercados dejan los huevos a temperatura ambiente y en el hogar preferimos los huevos en la nevera para preservarlos mejor?
En primer lugar hay que explicar que los supermercados y almacenes tienen una rotación .por la compra y venta, mucho más alta que en el hogar. Esto evita que pasen mucho tiempo a temperatura ambiente. si se guardaran en la heladera se corre el riesgo de que se produzca una condensación por el cambio de temperatura cuando el cliente los compra y los lleva a su casa (que pierda la cadena de frío), lo que sería perjudicial.
El motivo para guardar los huevos en la heladera está en la cutícula y la condensación de este alimento. En el siglo pasado era normal ver huevos en cestas fuera de las heladeras porque daban la sensación de mayor frescura y rotación. Especialistas en nutrición remarcan qeu con cadenas de rotación cortas y cocinas más templadas el almacenamiento en estantería funcionaba, pero aclaran que actualmente, con rutas largas y cambios térmicos, “la mejor opción es la heladera, para conservarlos con seguridad.”
Desde una perspectiva microbiológica, la cáscara no es una barrera hermética, sino que posee poros por los que pueden penetrar bacterias como la salmonella. Los expertos enfatizan que “la cutícula, una capa natural que funciona como barrera, protege estos poros” y que esa película inicial resulta clave para impedir la entrada de contaminantes.
Las explicación de profesionales sobre poner los huevos en la heladera
La mencionada "capa protectora", sin embargo, es frágil: “Pero es sensible: si el huevo suda (es decir, se condensa humedad sobre su cáscara), esa protección puede degradarse y facilitar la entrada de bacterias”, explica la nutricionista Boticaria García en redes. La condensación se produce con cambios bruscos de temperatura y por eso hay que evitar ciclos de calor y frío, o sea: "mantener la cadena de frío".
Por eso los supermercados aconsejan que los huevos sufran oscilaciones térmicas en el traslado hasta el hogar: la idea es impedir la condensación sobre la cáscara. El calor del auto, la calefacción o el vapor de la cocina aumentan el riesgo. Mantenerlos fuera del frío en el súper busca reducir la posibilidad de que “suden” antes de llegar.
Una vez en casa la recomendación es clara: poner los huevos en la heladera, refrigerarlos y conservar el envase para protegerlos de golpes. No conviene colocarlos en la puerta del refrigerador porque ahí la temperatura varía con cada apertura: “No en la puerta, es el peor lugar ya que cada apertura provoca variaciones de temperatura”, adviritó la nutricionista.
Como consejo práctico, conviene consumir los huevos en plazos razonables (entre tres y cinco semanas) según la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos y mantenerlos lejos de fuentes de calor.






