Gaby Pérez Islas es una tanatóloga, psicóloga, escritora y conferencista motivacional de nacionalidad mexicana, conocida por su rica producción de libros, conferencias, talleres y presencia activa en temáticas que buscan visibilizar el duelo. Hoy presenta su libro más reciente "Tu huella en mi vida", una mirada sobre las mascotas y el proceso de duelo que significa perderlas.
"Tu huella en mi vida" es un texto esencial de la tanatóloga Gaby Pérez Islas que aborda de manera profunda, compasiva y profesional el duelo por la pérdida de una mascota.
A lo largo de sus capítulos, el libro ofrece una guía completa para transitar esta experiencia, cubriendo temas tan complejos en relación con las mascotas y animales de compañía, como la naturaleza del lazo incondicional que une a los humanos con sus animales de compañía, el manejo emocional de la eutanasia, el duelo anticipado y la preparación para la pérdida de un animal que envejece o está enfermo y la importancia de los rituales de despedida para honrar la memoria.
El libro nace de la necesidad de validar un dolor que la sociedad a menudo minimiza o no reconoce.
El adiós a nuestras mascotas: hablar de la muerte es de vital importancia
Me gustó mucho la propuesta de tu libro, sobre todo me toca de cerca porque, bueno, creo que todos los que hemos tenido mascotas alguna vez nos hemos enfrentado a esto. Antes de hablar del libro en sí, algo que atraviesa tu tu trabajo previo y el actual es el tema de la muerte y el duelo. Quería saber un poco cómo te acercaste vos, cómo te interesaste vos por la tanatología y por este tema de la pérdida del duelo.
Yo estudié literatura latinoamericana, tengo una gran pasión por las letras, por eso soy escritora y trabajaba yo en un centro de estimulación temprana hace 27 años. Estaba muy contenta, estaba yo muy joven, poniendo en práctica todo lo que había aprendido sobre la estimulción temprana y ayudar a los niños con síndrome de Down. La directora de la escuela, la dueña del colegio, le gustó mucho mi manera de pensar, mi manera de trabajar, entonces, me invitó a hacerme socia de este colegio. Pues me ilusionó muchísimo. Esto fue un jueves, el lunes llegamos a trabajar y ella avisa que va a cerrar el colegio y yo me quedé así con la misma cara que tú. Entonces ella me dijo, "es que el sábado intenté quitarme la vida" y eso para mí, Isabella, me rebasó porque yo no vi ningún síntoma, ningún signo. Yo era de las personas que pensaba que la depresión era evidente, que tenía que notarse y pues resulta que no. Entonces decidí meterme a estudiar a nivel de maestría, tanatología. Y en México tenemos una frase que me gusta que es decir, "de aquí soy". En el momento que me senté, que empecé a escuchar el trabajo de la doctora Elisabeth Kübler Ross , dije, "esto es lo mío." Y de ahí para acá, 26 años ahí ejerciendo tanatología.
Pensando también como en esta cuestión medio medio tabú, medio de de minimización del tema, lo relacioné mucho con el libro de Tu huella en mi vida, de cómo socialmente es un tipo de pérdida que se tiende a minimizar mucho. Y lo pensaba, por ejemplo, no sé, se me muere mi perro y capaz que no tengo ganas de ir al trabajo o me quiero quedar en la cama todo el día y hay una estigmatización de ese duelo, una minimización. ¿Cómo podemos socialmente desde nuestro lugar trabajar en eso. ¿Qué podemos hacer desde nuestro pequeño grano de arena para trabajarlo?
Sí, esto es muy importante. Gracias por poner el dedo en esta herida que tenemos todos los que trabajamos, porque hoy por hoy está a criterio del empleador si te da uno o dos días libres, si es que has perdido a tu mascota, a tu animal de compañía, ellos son parte de nuestra familia. Es casi casi una ofensa que se Tampoco te es que hagas los trámites para que vayas a la cremación probablemente, pero nada más no te están ayudando a procesar en duelo. Me parece que todos deberíamos de pedir en el lugar donde trabajamos mucha más empatía, a lo mejor que hubiera como una pequeña biblioteca circulante en los trabajos donde hubiera libros de duelo y llegado el caso, por ejemplo, ahora Tu huella en mi vida pudiera estar ahí disponible para quien lo necesitara. Compartirles recursos. Yo tengo un podcast que se llama Después de la pérdida y es un muy importante en salud emocional cuando has tenido una pérdida. Entonces, eso sería importante que pidiéramos recursos, que recursos humanos, tuviera recursos para nosotros. Y también, bueno, presionar, ya se están haciendo como muchas iniciativas legales para que esto avance. Ya en España han dicho que los animales son parte de la familia, en México ya se legalizó que no puede negarte el de un piso porque tengas niños o perros o animales. Entonces hemos hecho avances, pero el pequeño grano de arena, como tú dices, es estar conscientes, levantar la mano y decir lo que necesitamos los dolientes. Yo quiero, como tú que este dolor sea visto y validado.
El podcast "Después de la pérdida", está disponible en Spotify.
Teniendo en cuenta esto, podrías brindar consejos para entender el duelo propio, transitar el duelo propio. Y, si yo estoy con una persona que está pasando por eso, por ejemplo, un compañero de trabajo, ¿cómo puedo acompañarlo sin caer en las frases cliché o en decirle algo que por ahí no necesita escuchar en ese momento?
Bueno, qué importante. Voy a tratar de ser breve porque esto nos toma un libro entero porque es todo un capítulo en tu en mi vida. Pero creo que lo más importante cuando tú vives un duelo, uno es no aislarte. Porque entonces estás como rebobinando y rebobinando una historia que tú te cuentas sin poder hacer un ping pong de ideas con nadie. Habemos muchas personas que nos importa y se puede abrir esta conversación hasta en redes sociales si lo necesitas, si no tienes una real de apoyo. Y la segunda es no trates de llenar ese hueco, ese vacío que tienes. Tenemos mucha prisa por salir de esta incomodidad y yo te invito a que te quedes en la tristeza el tiempo suficiente hasta extraer significado. No tengamos esta prisa por volver estar bien, porque la misma sociedad te presiona. Entonces, a lo mejor te regalan otro cachorrito o a lo mejor te invitan a un viaje y tratan de evadirte. Y lo mejor en un duelo es a frontarlo. Fíjate que no dije enfrentarlo, no quiero pelear, quiero usar la frente, quiero afrontar algo. Y los consejos para ayudar a que está viviendo un duelo así. Lo primero es no decirle a la persona cómo se debe de sentir en decirle, "ya no llores, no es para tanto, no deberías de estar así" . ¿Quiénes somos nosotros para mandar sobre las emociones y sentimientos de alguien más? Entonces, no des instrucciones, da compañía, da apoyo, da una activa y la segunda es respeto. El doliente requiere que su dolor sea visto sea validado y sea respetado. Entonces, yo creo que ya es tiempo que todos aprendamos a ver qué hacemos con las lágrimas de los demás, cómo nos sentimos con el dolor ajeno. Para eso trabaja la tanatología y para eso está Gabi tanatóloga, para que aprendas a estar con los demás, no a sentirte incómodo y acercarle un pañuelo para que pares sus lágrimas solo porque tú no sabes qué hacer con él.
¿Crees que todos los duelos, a medida que vas transitandolos a lo largo de la vida y tenés varias mascotas quizás, te vas generando como una capa de protección, te vas como curtiendo de alguna forma o todos los duelos duelen igual?
Yo creo que cada ser nos toca en nuestra vida. de manera diferente. Sí, creo eh que hay un animal de compañía que siempre va a ser icónico en tu vida. A lo mejor ese fue el de la infancia o fue tu primera mascota cuando estabas en pareja, cuando te independizaste de casa, cuando murió tu padre y estaba ahí. Siempre va a haber una extra especial, pero el corazón que se rompe no se hace pedazos, se abre y le cabe más amor y por eso vamos sumando más amores a nuestra vida. Yo no creo que nos vayamos poniendo duros porque el corazón no se nos infartó. se abren necroszados. Creo que la pérdida y el duelo bien llevado te abren el corazón a la empatía con lo que sufren otros y a no negarte ese amor tan puro e incondicional que es el de los animales. Tienes toda la razón. Ellos tienen vidas más cortas que nosotros, probablemente porque ellos aprenden lo que aquí vienen a aprender y a enseñar más rápido que los humanos.
¿Consideras que existe algún momento en el que nos podemos dar cuenta que la piedra tanatológica ya se formó, ya se generó ese aprendizaje?
Sí, yo creo que esa perla que se va formando a partir de un dolor, a partir de una herida y recubriéndose, existe en nosotros y tú puedes verla ¿Cuándo es ese momento? ¿Cuándo te das cuenta que ya posees esa perla, esa piedra preciosa? Cuando ya puedes recordar con más amor que dolor, cuando a lo mejor al mencionarlo se te llenan los ojos de lágrimas o se escurre una lágrima, pero vuelves a ser funcional y empiezas a recordar su vida y no su muerte, porque al principio la muerte es tan escandalosa que lo único que recuerdas es su agonía o el accidente o el día que se quedó el portón abierto y se fue de casa. Como que el dolor hace sombra para poder ver lo demás, pero conforme avanzas en tu proceso de duelo y haces las tareas del duelo, entonces vas a poder recordar más todo lo que le sumó a tu vida y no nada más el dolor dolor de la respet.
¿Cómo se puede trabajar el tema de el duelo cuando es al revés, que vos un poco hablas también en el libro, cuando un perro pierde a su amo de compañía? Entendiendo que tienen un lenguaje muy distinto al nuestro,que no pueden comunicar lo que les pasa, lo que les duele, lo que sienten con palabras.
Fíjate que es muy importante que tanto perros como gatos se les permita estar en los momentos finales de de su teniente, de su humano, cuando va a fallecer, si va a morir en casa debería de poder estar el perro o el gato dentro de la habitación. Si se trata de un enfermo terminal, el objetivo es la calidad de vida, y no puede haber calidad de vida si te alejan de tus seres amados. Por ello, la tendencia es morir en casa de nuevo. En la medida de lo posible, se debe dejar que los animales estén. Cuando ya falleció la persona, puedes dejar que el perrito o el gato se apuesten arriba de su pecho, que ellos a nivel instinto puedan oler que ya no hay vida ahí. Lo van a entender mucho mejor. Van a dejar de esperarlo o buscarlo. Si se les permite estos minutos de estar con el cuerpo. Ellos solo se van a levantar y se van a ir cuando estén listos. Si la persona murió en un hospital y el animal no pudo estar, se puede dejarlo oler las cenizas, la urna con las cenizas para que así entienda, a un nivel instinto, que esa vida se ha terminado. Además, es crucial darle especial atención, estar muy pendientes, que coma bien, que sus necesidades sean cubiertas, y recordar que las necesidades incluyen tocarlos, acariciarlos, y jugar con ellos para que ellos también puedan elaborar este duelo poco a poco.
"Creo que la pérdida y el duelo bien llevado te abren el corazón a la empatía con lo que sufren otros y a no negarte ese amor tan puro e incondicional que es el de los animales".
Ya para ir cerrando, te quería preguntar si estás trabajando en algunos libros nuevos, en alguna propuesta nueva de este lugar.
Ay, sí, Isabella, gracias, gracias por decirlo. Justo estoy planeando hacer un libro basado en mi podcast que nació en pandemia para llevar tanatología a todos los hogares de manera gratuita, y está entre los primeros lugares de salud mental. Me gustaría escribir un libro sobre qué pasa después de la pérdida, después de elaborar el duelo. Quiero platicar sobre si es posible la felicidad después de haber perdido, y yo creo que sí.
Otros títulos de la autora: libros para afrontar la pérdida
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Cómo curar un corazón roto (2011)
Elige no tener miedo (2013)
Viajar por la vida (2015)
La niña a la que se le vino el mundo encima (2017)
Convénceme de vivir (2019)
Tu camino para sanar (2020, en coautoría)
La muerte del amor (2023)
Tu huella en mi vida (Publicación prevista para 2025)







