Muchas personas utilizan esta frase en el día a día para mencionar que algo es lindo o está perfecto. Pero no todos saben el verdadero significado de esta frase en la argentina. A continuación te contaremos qué significa esta frase y por qué se comenzó a utilizar.
Origen de la frase
Parece que esta expresión, pintoresca por cierto, se generó en el Río de la Plata en épocas inciertas.
Los más audaces indican que puede provenir del cocoliche, forma de hablar propia de los italianos radicados en estos lares al intentar hablar en español. Aunque no hay precisiones de si ello aconteció a fines del siglo XIX o a comienzos del XX, se sabe que fue en Uruguay y en Buenos Aires donde se generó su existencia.
Otros opinan que la expresión es de los años ’60, aunque tampoco se conoce el origen concreto de este término con el que se define algo muy lindo, nuevo, agradable, valioso, distinguido o de gran calidad.
Puede aludir a un adorno para una casa, a una cena en un restaurante o a una persona muy atractiva; su aplicación casi no tiene límites, pudiendo referirse a un automóvil, a un tiro libre o a un excelente estado anímico.
Sin documentos que lo respalden, la expresión puede derivar del francés merci beaucoup, que equivale a muchas gracias; claro que muy mal pronunciado se transforma en pipí cucú.
La idea que los franceses son portadores y reflejo de los buenos modales y de las cosas distinguidas, hizo que esta fórmula oral (que decían muy a menudo) fuese usada casi como burla o parodia para señalar cualquier cosa delicada, linda, nueva o muy fin
Historia de Carlos Monzón
La expresión "pipí cucú", usada en Argentina para indicar que algo está muy bien o es elegante, tiene su origen en un fallido de Carlos Monzón en 1974 al recibir un premio en París, donde en lugar de decir "Merci beaucoup" (gracias en francés), pronunció "pipí cucú".
El comediante Alberto Olmedo, amigo de Monzón, popularizó la frase en sus programas, dándole un uso humorístico que derivó en su significado actual. Monzón tenía una buena relación con el comediante Alberto Olmedo, quien a menudo se burlaba de sus programas de televisión.