No es ninguna noticia que el Feng Shui tiene grandes consideraciones por lo que son las plantas, ya que sus aportes energéticos naturales potencian de gran manera los rituales y amuletos, y entre las que más se destacan por sus propiedades aparece en primer lugar el laurel. A su vez, ocurre lo mismo con ciertos ingredientes que usualmente suelen estar presentes en nuestra cocina, como sucede con la sal, azúcar, pimienta, entre otros.
Combinar dos elementos potentes energéticamente hablando, puede generar que un ritual o amuleto propuesto por el Feng Shui tenga una efectividad muy fuerte, y esto ocurre puntualmente con el trabajo que surge a partir de juntar azúcar con algunas hojas de laurel. Este trabajo apunta directamente a lo que es la creación de un ambiente donde reine la positividad y sea próspero para la concreción de objetivos personales.
Para poder llevar a cabo este ritual que propone el Feng Shui y que se cree un ambiente con una carga energética positiva en nuestro hogar, necesitaremos contar con los siguientes ingredientes: Un recipiente que sea resistente al calor, 8 hojas secas de laurel, un poco de azúcar, carbón vegetal y fósforos. Si bien son varios elementos los que componen a este ritual, no resulta para nada caro conseguirlo.
El paso a paso de este ritual de Feng Shui es sumamente sencillo, y es que debes seguir las siguientes instrucciones:
- Colocar los trozos de carbón en el recipiente elegido, el cual será el centro del ritual.
- Sobre el carbón, colocar las ocho hojas de laurel seco junto con el azúcar. La cantidad de azúcar no debe ser excesiva, solo un puñado será suficiente para que el ritual funcione.
- Usando fósforos, prender el carbón. Al calentarse, el azúcar y el laurel empezarán a liberar un aroma dulce, creando un ambiente de purificación.
- Tomar el recipiente y esparcir el humo por todos los rincones de la casa o negocio, especialmente en aquellos espacios que no se utilizan con frecuencia, ya que, según el Feng Shui, la energía tiende a estancarse en estas áreas. Este proceso debe realizarse de forma lenta, siguiendo una dirección de norte a sur, y se recomienda abrir puertas y ventanas para facilitar la circulación de energía.
- Mientras el humo se esparce, repetir una afirmación positiva relacionada con la abundancia y la limpieza energética, como, por ejemplo: “Limpio mis espacios de malas energías, elimino lo negativo y atraigo lo positivo. Soy abundante y estoy protegido”.