Historias

Fátima tiene discapacidad y le cuesta subir al micro pero los choferes le exigen que no viaje sola

Fátima Impa tiene 40 años, vive en Lavalle y debido a su discapacidad los choferes le piden que debe viajar con acompañante al micro

Fátima Impa vive en Lavalle y padece hidrocefalia y mielomeningocele desde su nacimiento. A pesar de sus problemas motrices y múltiples cirugías, siempre se sostuvo con su trabajo en la calle. Hoy reclama accesibilidad en el transporte público para poder seguir siendo independiente y que la discapacidad no sea impedimento.

Embed - Fátima es discapacitada y lucha por la accesibilidad en Lavalle

La mujer vive junto a su marido, que se gana la vida con changas. Ella recibe una pensión por discapacidad, pero lo que realmente la ayuda -económica y emocionalmente- es salir cada día a vender productos en el centro.

El problema es que le cuesta un poco subir al colectivo, cuenta. En Lavalle sólo hay una unidad con rampa, lo que la deja prácticamente aislada. Logró que su video, donde explica la situación, se vuelva viral y llegue a las autoridades.

“Yo tengo hidrocefalia y mielomeningocele desde mi nacimiento. Pasé por numerosas cirugías en la cabeza, los ojos, la columna… Subí de peso y camino con bastones. El chofer me pidió que fuera con acompañante porque, si me pasaba algo, la responsabilidad era de él. Pero yo no puedo disponer de alguien que me acompañe, todos trabajan. Y toda mi vida me manejé sola”, relata con impotencia.

"Necesito accesibilidad", dijo Fátima

Su pedido es claro: accesibilidad real y preocupación por las personas con discapacidad. “Que se ocupen de los discapacitados y que este mensaje llegue a quien tiene que llegar. Las calles están rotas, no hay accesibilidad. Yo necesito trabajar, no sólo porque me ayuda económicamente, sino porque me mantiene activa. Mentalmente, estar encerrada en mi casa no me hace bien”.

fatima discapacidad lavalle
Fátima reclama accesibilidad para poder trabajar.

Fátima reclama accesibilidad para poder trabajar.

Fátima insiste en lo mismo: independencia. “Estoy acostumbrada a salir, a vender, a manejarme sola. No quiero depender de nadie. Lo único que pido es poder subirme al micro como cualquiera”, concluyó.