El castillo se menciona por primera vez en 1004, cuando el emperador alemán Enrique II lo donó al obispo de Brixen. Desde entonces, ha sido testigo de innumerables eventos históricos, resistiendo asedios y cambios de poder. La fortaleza no solo ofrecía protección, sino que también se convirtió en un símbolo del poder eclesiástico y secular en la región.
Bled es un lago glacial que se sitúa a 475 metros sobre el nivel del mar, al pie de los Alpes Julianos, al noroeste de Liubliana. Se puede afirmar que es un maravilloso destino para vacacionar en el verano europeo, además de un centro de deportes de invierno con buenas conexiones por carretera y ferrocarril. Una vez al año, es sede de competencias internacionales de remo.
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Se puede acceder a la isla a través de un bote de remos. Imagen: Unsplash.
En fin, quienes visitan este lugar confirman que la experiencia es maravillosa, ya que combina cultura, historia y naturaleza. Es interesante conocer cada detalle de este pequeño pero llamativo sitio turístico.