El riguroso estudio, publicado en la revista Nature Communications, mostró que esta alteración en los niveles de berilio-10 persistió durante un período prolongado, lo que descarta alteraciones breves en la actividad solar. Los científicos presentan dos explicaciones principales para entender el fenómeno.
A través de técnicas avanzadas de datación, el equipo de investigación determinó que el incremento del isótopo radiactivo ocurrió específicamente entre 10.5 y 11.8 millones de años atrás, estableciendo un marcador temporal preciso para futuras investigaciones del lecho marino.
El valor del descubrimiento reside en su capacidad para funcionar como punto de referencia cronológico independiente en el estudio de archivos marinos, según explicó Koll, quien coordina esta innovadora investigación.
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Los científicos no están seguros de qué pensar tras el descubrimiento.
La primera explicación que los científicos consideran apunta a una reorganización masiva de las corrientes oceánicas hace aproximadamente 10 millones de años, que alteró los patrones de depósito del berilio-10 en el Pacífico.
La segunda propuesta del equipo de investigación sugiere un origen extraterrestre: una supernova cercana a la Tierra o el paso de nuestro Sistema Solar por una nube interestelar fría podrían haber intensificado la actividad de rayos cósmicos, aumentando la producción de este isótopo radiactivo.
"Las próximas mediciones determinarán si la anomalía de berilio surgió por cambios en las corrientes oceánicas o tiene causas astrofísicas", explicó Koll, resaltando la importancia de proseguir con la investigación.
El grupo de científicos ampliará su trabajo analizando más muestras, esperando que otros equipos de investigación participen en esta exploración para determinar el alcance regional o global del fenómeno.