En el departamento no había signos de violencia. Se descartó una fuga de gas e incluso se sembraron dudas sobre la posibilidad de que ambas mujeres se hayan intoxicado con monóxido de carbono.
El que dio el aviso fue Fernando, el hijo de una de las mujeres que vivía en el tercer piso, en el departamento A. Llamó al 911 porque su madre, Carmen (78), no le abría la puerta.
Según contó uno de los vecinos, cerca de las 13, el hombre ya andaba preguntando si alguien sabía algo de su mamá y su hermana porque no podía comunicarse con ellas.
“Yo le dije que no sabía”, agregó. La mujer estaba postrada hacía tiempo: había sido operada de la cadera. Mariana, su hija de 44 años, vivía con ella. Ambas fueron encontradas sin vida.
Según el testimonio de un vecino, Carmen y Mariana no estaban solas en el mundo. Carmen tenía tres hijos, aunque no todos frecuentaban el departamento.
El que solía acercarse más era Fernando, pero, según él mismo habría dicho, últimamente la relación era más distante. La única que quedó en su casa fue Mariana. Según cuenta, no tenía hijos y vivía con su madre desde siempre.
Carmen solía hacer una pequeña rutina diaria: caminaba por el pasillo del edificio para mantenerse activa. Pero desde que quedó postrada, esa costumbre se terminó. Los vecinos dicen que desaparecieron ambas y se las dejó de ver.
Fuentes judiciales confirmaron a este medio que no hay señales de violencia e incluso le restaron peso a la posibilidad de intoxicación por inhalación de monóxido de carbono.
En medio de rumores y versiones, algunos hablaron incluso de una posible fuga de gas, pero los vecinos lo niegan. Más tarde, también fuentes policiales descartaron esa posibilidad.