Planeta Tierra

En el desierto más seco del planeta Tierra florecen las flores más bellas: solo en este mes

Cada cierto tiempo el milagro se repite: el desierto revive y se llena de color, recordando que incluso la tierra más árida puede volver a florecer

América del Sur es una región del planeta Tierra llena de contrastes: selvas, glaciares, montañas y desiertos conviven en un mismo mapa. Entre todos sus paisajes, uno destaca por su carácter extremo y su belleza inesperada.

Conocido como el desierto más seco del mundo, hay zonas donde no ha llovido en décadas. Sin embargo, bajo su superficie árida y aparentemente sin vida, se esconde uno de los espectáculos naturales más sorprendentes del planeta Tierra.

Desierto floreado de Atacama (1)

En el desierto más seco del planeta Tierra florecen las flores más bellas: solo en este mes

Se trata del desierto de Atacama. Cada ciertos años, cuando las lluvias son más generosas de lo habitual y las condiciones climáticas se alinean, el Atacama se transforma. Es el fenómeno del “desierto florido”, una explosión de color que ocurre principalmente entre septiembre y noviembre.

Miles de semillas de flores, que permanecen latentes bajo la tierra del desierto durante años, despiertan gracias a la humedad y al aumento de la temperatura, cubriendo el paisaje con una inmensa alfombra de flores que parece sacada de un sueño.

Desierto floreado de Atacama

¿Cómo es este espectáculo de flores único en el desierto?

Los tonos violetas, rosados, amarillos y blancos tiñen los valles y planicies del desierto de Atacama donde normalmente solo se ve arena y piedra. Entre las especies más representativas se encuentran la pata de guanaco, la añañuca, el suspiro del campo, la malva del desierto y la garra de león. Estas plantas, únicas en su tipo, están adaptadas para sobrevivir a condiciones extremas y florecer cuando la naturaleza se los permite.

El desierto florido no solo atrae a miles de visitantes de todo el planeta Tierra, sino también a científicos que estudian la resiliencia de las especies vegetales, la adaptación al cambio climático y los efectos de las lluvias irregulares. Además, se ha convertido en un símbolo de esperanza y belleza natural para los chilenos, que ven en este fenómeno una prueba de la capacidad de la vida para renacer incluso en los entornos más hostiles.

Así, el Desierto de Atacama demuestra que, aunque se lo conozca como el más seco del planeta, es también un lugar donde la vida persiste, paciente, esperando el momento justo para florecer.

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