Las manchas de óxido en las puertas y ventanas de rejas suelen aparecer con el paso del tiempo y por distintos factores que al estar expuesto en la intemperie de una casa aparece con mayor facilidad.
Las manchas de óxido en las puertas y ventanas de rejas suelen aparecer con el paso del tiempo y por distintos factores que al estar expuesto en la intemperie de una casa aparece con mayor facilidad.
Sin embargo existen algunos trucos de limpieza que pasarán a ser tus aliados a la hora de querer eliminar las manchas de óxido en las rejas.
En las casas es totalmente común encontrarnos con rejas de todo tipo. Algunas más chicas, otras más grandes, con diseño o más simples. Ubicadas como protección en las ventanas, puertas o simplemente como límite de nuestro hogar, las rejas de metal son indispensables.
Sin embargo, el disgusto comienza cuando aparecen las manchas de óxido en ellas dándoles un aspecto a viejo y descuido. Pero lo más grave sucede cuando no nos ocupamos del problema y el deterioro pasa a ser mayor e incluso irreversible.
Por este motivo, contamos con los siguientes trucos de limpieza caseros con los que podrás eliminar el óxido de las rejas causado por estar expuestas a la intemperie y el paso del tiempo.
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Prueba con los siguientes trucos de limpieza caseros y quita las manchas de óxido de las rejas de una manera simple y super efectiva. Lo mejor es que serás feliz con los resultados y solo necesitarás ingredientes que tienes en casa.
Consiste en rociar con sal el sector que esté cubierta de óxido y luego arroja por la zona jugo de limón. Deja actuar los productos por algunas horas y más tarde frota con un cepillo de dientes para remover el material. Por último, limpia la superficie con un paño limpio.
El vinagre es muy efectivo para eliminar el óxido del metal. Para eso sumerge un paño en vinagre y dejalo sobre la zona afectada por dos horas. Pasado el tiempo con un paño limpio quita los residuos y verás que el metal recuperó su color original.
Este producto es considerado como un gran aliado de la limpieza gracias a su efecto abrasivo que permite remover as manchas más difíciles incluyendo las del óxido.
Mezcla el bicarbonato y un poco de agua formando una pasta cremosa. Aplicala en los sectores oxidados y después de unos minutos frota con un cepillo de dientes en desuso. Para terminar retira los restos con un paño seco y limpio. Te sorprenderá ver que el color y el aspecto de las puertas y ventanas vuelven a ser como antes.
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