Cuando uno se acuesta en la noche, cuando se encuentra comiendo en soledad, cuando está dentro del baño. Estos son algunos de los momentos donde un pensamiento nos puede ganar la cabeza. Pero si ya trasciende a otras secuencias del día, como el trabajo o el disfrutar con la familia, y la mente está en forma negativa, existe un sencillo truco que con un paso a paso podremos volver a ponernos en blanco.