Muchas veces el periodista tiene que pedir permiso para escribir o decir lo que sabe por más que sea cierto, sobre todo si ese dato afecta al poder. Y otras tantas veces, cuando publica lo que sabe sin pedir permiso, debe agarrarse fuerte para bancarse las consecuencias. Dependiendo del poder del medio para el que sirve, la represalia puede ser sin más, perder el trabajo.
El periodista y el riesgo de contar cosas incómodas para el poder
El oficio de periodista requiere principalmente pasión para ejercerlo porque se practica bajo presión permanente