Los bodegones suelen destacarse por ofrecer una gran cantidad de platos en su carta. Pero hay uno en particular en Buenos Aires que es pequeño y se centra solamente en 5 variedades de comida, las cuales las hace muy bien y, sobre todo, a un gran precio para sus comensales.

Ubicado en el centro neurálgico de Buenos Aires, este bodegón conquista con sólo 5 platos que alcanza nuevas alturas gracias a la mezcla con influencias culinarias variadas. No hay más que ir, seleccionar este ítem exclusivo de la carta y evaluar si su renombre es legítimo.

bodegón la martona de arenales
El bodegón es pequeño, pero económico.

El bodegón es pequeño, pero económico.

El pequeño bodegón con pocos platos pero económicos

Bautizado como La Martona de Arenales, este bodegón icónico se emplaza en uno de los distritos culinarios más efervescentes de Buenos Aires. Como restaurante de antaño, plantea una oferta seductora que lo posiciona como el spot perfecto para una reunión familiar alrededor de un plato tentador, impregnado del espíritu argentino genuino.

Sobre los precios, este sitio resulta sumamente económico. Basta con $12.000 o menos para probar cualquiera de sus 5 creaciones estelares. Las opciones son: milanesa de ternera a la napolitana con papas fritas, pollo al horno con puré, milanesa de soja gratinada con puré de calabaza, trocitos de pollo al curry con arroz o ensalada la Martona (lechuga, tomate, zanahoria, rúcula, huevo y queso).

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El bodegón se destaca por tener pocos platos, pero buenos.

El bodegón se destaca por tener pocos platos, pero buenos.

Fuera de esta propuesta gastronómica, La Martona de Arenales resalta gracias a que tiene delivery sin cargo y también que tiene una opción para el desayuno o la mediatarde. Por un precio de $3.500 se sirve un café con leche con 2 medialunas.

Encontrarás este bodegón en Arenales 820, inmerso en el bullicioso sector gastronómico de Palermo. Este barrio rebosante de vitalidad se presenta como el entorno idóneo para una experiencia nocturna inolvidable, con platos exquisitos y, tal vez, un trago para realzar el momento.