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Con largas filas de vehículos lucía esta mañana de lunes el túnel internacional en el paso a Chile.
Foto: Gentileza Osvaldo Valle
De 4 horas el domingo a tan sólo 20 minutos había disminuido a primera hora del lunes la espera para hacer los trámites aduaneros en Roque Carranza, complejo donde se realiza sobre todo un mayor control de la mercadería que los viajeros traen de Chile para la Argentina. Alrededor de las 10 de la mañana la demora aumentó a unas 2 horas.
En cambio, el paso a Chile para cruzar en vacaciones principalmente a disfrutar de las playas del Pacífico pasó de media hora el domingo para llegar desde el túnel internacional al complejo Los Libertadores, a una espera de 4 a 5 horas este lunes por la mañana.
El paso a Chile con demoras de uno y otro lado
Durante el domingo, fecha de cambio de quincena en vacaciones, casi la misma cantidad de vehículos circularon de uno y otro lado del paso a Chile. Ingresaron 8.086 autos y egresaron 8.390, en tanto el movimiento de micros fue de 52 que cruzaron al país trasandino y 39 que volvieron a Mendoza.
Los organismos de ambos países calcularon que entre mitad de diciembre y primera semana del Año Nuevo más de 35 mil personas fueron atendidas en Los Libertadores.
En su mayoría, familias mendocinas -y argentinas, en general- que se ven favorecidas por el tipo de moneda cambiaria y entonces eligen la costa chilena para vacacionar o simplemente hacer compras.
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En Horcones, la espera tanto para la aduana chilena como la argentina puede durar horas.
De hecho, autoridades chilenas tomaron la decisión de aumentar el número de personal que realiza los trámites aduaneros e implementar una automatización del trámite de admisión temporal de los vehículos particulares para agilizar el ingreso de argentinos a Chile.
Lo cierto es que este lunes desde la madrugada las largas filas de autos en la ruta 7 llegaban a ser de 2 kilómetros y los conductores debieron armarse de paciencia para salir del país. Y a su regreso nadie podrá asegurarles que no les ocurrirá lo mismo.