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El país repleto de recursos que ningún imperio puede conquistar: el que lo tiene domina el mundo

Halford Mackinder afirmó que dominar el Heartland, un país estratégico y rico en recursos, significa controlar el mundo. Todos los detalles

A lo largo de la historia, muchos imperios han soñado con controlar el mundo. Para lograrlo, cada país buscaba conquistar territorios estratégicos, creyendo que así podría asegurar su poder. Sin embargo, a comienzos del siglo XX, el geógrafo británico Halford Mackinder presentó una teoría sorprendente: no todos los países eran iguales, había uno en particular que era distinto a los demás.

Mackinder lo llamó el Heartland, el país que, por sus recursos y su posición, se convirtió en el centro de la historia. Y lanzó una idea provocadora: quien domine ese país, dominará el mundo; y quien domine el mundo, dominará para siempre el rumbo de los países.

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Recursos y posición: las claves del poder según Mackinder.

Recursos y posición: las claves del poder según Mackinder.

El país repleto de recursos que ningún imperio puede conquistar: el que lo tiene domina el mundo

Ese país es Rusia, con su inmenso territorio euroasiático, lleno de recursos y protegido por una geografía que lo hace casi imposible de conquistar. Mackinder afirmaba que quien domine este corazón podrá controlar el mundo, porque desde allí se conectan Europa, Asia y Oriente Medio. Y la historia parece darle la razón: ni Napoleón ni Hitler consiguieron someterlo.

Por eso, esta nación que nadie conquista sigue siendo el país que guarda la llave del mundo y marca el rumbo del poder global. Los océanos no la dominaban, las montañas la protegían y el clima la volvía un desafío para cualquier invasor.

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Las otras partes del sistema del mundo

La teoría del Heartland no habla solo de un país, sino de todo un sistema que define el poder del mundo. Alrededor del corazón hay lo que Mackinder llamaba los anillos.

  • Primero, el cinturón marginal: Europa Occidental, Oriente Medio, India y China. Son países cercanos al corazón que pueden influir sobre él y que están llenos de población, comercio y recursos estratégicos. Controlar este anillo es acercarse al poder del mundo.
  • Más allá está el cinturón insular, las potencias marítimas: Gran Bretaña, Japón, Estados Unidos. Estos países dominan los mares, pero no pueden tocar directamente el corazón. Son poderosos, sí, pero su fuerza depende de la influencia que puedan ejercer sobre los otros anillos.

Mackinder veía la historia como una lucha constante: el corazón terrestre contra los mares, el país que nadie conquista frente a los países que buscan dominarlo. Quien controle el corazón del mundo controla también el rumbo de la historia y el poder de todos los países que lo rodean.

Los críticos dicen que la tecnología y la guerra moderna cambiaron las reglas: los aviones, misiles, satélites y armas nucleares permiten proyectar poder sin necesidad de ocupar físicamente un territorio. Hoy, un país puede influir en el mundo sin controlar el Heartland. Asi mismo, Mackinder subestimó la fuerza de las potencias marítimas y la política internacional: Estados Unidos, Japón y otros países demostraron que los océanos también son un escenario de poder decisivo.

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