El país plano y sin elevación que le ganó terreno al océano: una hazaña histórica que marcó al mundo
Se trata de Países Bajos, una nación de Europa central que cuenta con tercio de su territorio por debajo del mar. Para enfrentar esta situación, los holandeses desarrollaron técnicas avanzadas de control de agua que les permitieron transformar su geografía y convertir áreas peligrosas amenazadas por el océano en tierras útiles y habitables.
Lo que alguna vez fueron pantanos y lagunas peligrosas se ha transformado en tierras fértiles y seguras, demostrando la combinación de ingenio, tecnología y perseverancia humana frente a la fuerza del mar. Es así que esta nación es un ejemplo excepcional de cómo la ingeniería y la planificación pueden cambiar radicalmente la geografía de un país. ¿Pero con qué medidas conquistaron el océano?
Países Bajo
Así serían los Países Bajos sin sus barreras. En total son casi 7.500 km2 de tierra los que Holanda ha logrado arrebatar al mar. Si sus infraestructuras, hoy el país sería una cuarta parte más pequeño. Fuente: fundación Aquae
¿Cómo es que este país le ganó al océano?
Esta capacidad de ingeniería no solo permitió a los holandeses expandir territorio del país, sino que también les dio un control extraordinario sobre su entorno natural, sirviendo de modelo en todo el mundo para la gestión de aguas y la prevención de inundaciones
Si bien aproximadamente un tercio del país se encuentra bajo el nivel del mar es completamente habitable y seguro gracias al desarrollo de las siguientes obras:
- El IJsselmeer de trata de un lago artificial creado al cerrar parte del Mar del Norte con un gran dique. Esto permitió al país recuperar vastas extensiones de tierra que hoy forman nuevos pólderes, habitados y cultivables.
- Otro ejemplo destacado es el Plan Delta, desarrollado después de la devastadora inundación de 1953, que consolidó un sistema de diques, compuertas y barreras que protege a los Países Bajos de inundaciones y tormentas.
- Uno de los métodos más antiguos de este país fue la construcción de dique tras dique, muros de contención que protegían la tierra del avance del océano. Estos diques no eran comunes, se combinaron con molinos de viento, que se utilizaban para bombear el agua de los pólderes hacia los canales y ríos, manteniendo el terreno seco y apto para la agricultura.
La expansión del territorio de este país es una apuesta arriesgada que requiere una continua inversión de millones de euros en infraestructuras casi el 30% del PIB nacional. Pese a los esfuerzos por controlar la furia del océano, en ocasiones han ocurrido catástrofes. Pero los holandeses siempre han respondido a las mismas desarrollando nuevas tecnologías y construyendo infraestructuras más eficaces y robustas.