Entre una taza llena de frescura y una que pierde su esencia hay un solo paso. Aunque muchos recurren a frascos herméticos o bolsas para almacenar el grano, hay un método más efectivo para mantener su aroma intacto: las latas metálicas.
El café es sensible a diversos factores que pueden alterar su sabor y aroma, como el aire, la luz, la humedad y el calor. Las bolsas y frascos de vidrio, aunque comunes, no siempre son los mejores aliados a la hora de preservar la frescura del grano. La lata metálica, en cambio, ofrece una serie de beneficios que otros envases no pueden igualar.
No todas las latas son iguales, opta por una lata con una tapa ajustable o con una válvula unidireccional. También es recomendable que la lata esté recubierta internamente con una capa protectora para evitar que el metal entre en contacto directo con el café y altere su sabor. Aunque, puedes acudir a otros objetos como un recipiente hermético de vidrio o cerámica y dividirlo en pequeñas porciones en bolsas selladas al vacío, según comenta Tn en su portal.
Aunque puede parecer una buena idea, la refrigeración no es adecuada para el café, ya que la humedad y los olores de otros alimentos pueden alterarlo. Mantén la lata en un lugar fresco, seco y oscuro, como una despensa o un armario. Evita almacenarlo cerca de la estufa o en un lugar donde haya fluctuaciones de temperatura.