Las latas de bebidas refrescantes son un elemento común y de fácil acceso en la vida cotidiana de muchas personas. Sin embargo, lo que muchos desconocen es que esta práctica puede representar un riesgo significativo para la salud. Estos son los detalles y razones que harán que te sirvas en un vaso o limpies la lata.
Si alguna vez consumiste bebidas directamente de su lata, estas son las razones para que no lo hagas nunca más
Suciedad y contaminantes en la superficie
Las latas de bebidas pasan por numerosos procesos antes de llegar a nuestras manos. Desde su fabricación y transporte, hasta su almacenamiento en almacenes y supermercados, las latas están expuestas a una variedad de entornos. Durante estos procesos, es común que la superficie de la lata acumule polvo, suciedad, e incluso residuos industriales.
Además, las latas a menudo son almacenadas en condiciones no ideales, donde pueden estar en contacto con plagas como ratas o insectos. Estos animales pueden dejar rastros de bacterias y otros microorganismos nocivos en las superficies de las latas. Si se bebe directamente de una lata sin limpiarla adecuadamente, es posible ingerir estos contaminantes, lo que podría llevar a infecciones o problemas de salud.
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Riesgo de enfermedades bacterianas perjudiciales para la salud
Diversos estudios han demostrado que la superficie de las latas puede albergar bacterias como la Salmonela, una de las responsables de enfermedades gastrointestinales severas. Aunque estos microorganismos son invisibles a simple vista, su presencia puede ser suficiente para causar una intoxicación alimentaria.
En un estudio realizado por la Universidad de Ohio, se descubrió que más del 50% de las latas analizadas contenían algún tipo de bacteria en su superficie. Esto es particularmente preocupante cuando se considera la falta de conciencia sobre la necesidad de limpiar las latas antes de su consumo.
Para evitar estos riesgos, los expertos recomiendan nunca beber directamente de la lata. Una alternativa más segura es verter el contenido en un vaso limpio antes de consumir la bebida. Si no tienes acceso a un vaso, al menos limpia la parte superior de la lata con un paño limpio o una toallita desinfectante antes de beber.
Otra recomendación es optar por botellas o envases que no requieran contacto directo con la superficie exterior del recipiente. Esto puede reducir significativamente el riesgo de ingerir bacterias o contaminantes que afectaran directamente en tu salud.
España, el país que más consume bebidas enlatadas
En España se consume al rededor de 3,6 millones de latas de bebidas refrescantes al día. Dichos envases para albergar todo tipo de líquidos para el consumo humano están formados principalmente por aluminio, el cual recibe un tratamiento industrial en fábricas hasta convertirse en un cilindro que pesa siempre 9 gramos.
Además, según estudios de la OMS, se afirma que al menos el 1,2% de las personas que consumen bebidas con este envasado adquieren alguna bacteria en su cuerpo que afecta en su salud.
Aunque las latas de refrescos son prácticas y accesibles, es crucial ser consciente de los riesgos asociados con beber directamente de ellas. Mantener una buena higiene al consumir estos productos puede prevenir problemas de salud. La próxima vez que tomes una lata de refresco, recuerda que un simple paso de limpieza puede hacer la diferencia entre una experiencia refrescante y un potencial riesgo para tu salud.