Este espectacular fenómeno óptico aparece en el cielo formando un círculo multicolor alrededor del astro rey. Descubrí la explicación científica detrás de este evento y qué simbolismo le atribuyen las tradiciones religiosas. A continuación te contaremos todos los detalles sobre este fenómeno.
La aparición del fenómeno es un indicativo de la presencia de cristales de hielo en la atmósfera
La ciencia detrás del círculo luminoso
Cuando mirás al cielo en ciertos días y notás un anillo de colores rodeando al Sol, estás presenciando lo que los científicos llaman halo solar. Este fenómeno óptico atmosférico ha capturado la atención de la humanidad durante siglos, generando tanto explicaciones científicas como interpretaciones espirituales.
Según el Instituto Geofísico del Perú, el halo solar se produce por un proceso físico fascinante. La luz del Sol atraviesa minúsculos cristales de hielo que flotan suspendidos en las capas altas de la atmósfera terrestre.
Se forma por la interacción de la luz solar con pequeños cristales de hielo suspendidos en nubes altas.
Estos cristales microscópicos actúan como pequeños prismas naturales, dispersando la radiación solar de manera particular y creando ese característico aro luminoso similar al arcoíris que todos conocemos.
La formación de este fenómeno requiere condiciones atmosféricas específicas. Los cristales de hielo deben estar presentes en la troposfera superior, generalmente asociados con nubes tipo cirros.
El halo solar no causa las lluvias, pero su formación indica que hay suficiente humedad y cristales de hielo en la atmósfera para que se formen nubes de gran altitud.
Cuando los rayos solares impactan sobre estos cristales hexagonales, la luz se refracta y refleja en ángulos precisos, generando ese espectáculo visual que tanto asombra a quienes lo observan.
El simbolismo religioso del arcoíris celestial
Más allá de la explicación meteorológica, muchas personas asocian este fenómeno con significados espirituales profundos. La tradición judeocristiana, específicamente, interpreta los arcoíris y halos luminosos como señales divinas cargadas de simbolismo.
Generalmente se da cuando hay cristales de hielo en la atmósfera superior, no gotas de agua grandes que forman un arcoíris tradicional.
Los textos bíblicos establecen una conexión directa entre el arcoíris y el pacto establecido entre Dios y la humanidad después del diluvio universal. El libro del Génesis, en su capítulo 9, versículos 13 al 17, narra cómo este fenómeno atmosférico fue designado como recordatorio perpetuo de la promesa divina de no volver a destruir la Tierra mediante un diluvio.
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