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Eduardo Bustamante, cónsul adjunto de Argentina en Uruguay.
Un gran amigo del andinista mendocino
Bustamante recordó que alojó a Nacho en Islamabad, capital de Pakistán. También relató que lo acompañó cuando sufrió un ACV (accidente cerebro vascular), que lo visitó en Mendoza y hasta repasó el día en que Lucero estuvo, junto a su perro Oro, en el programa de Mirtha Legrand.
Eduardo Bustamante, que antes de llegar como cónsul adjunto a Uruguay, cumplió funciones similares en Pakistán y Haití describió su gran amistad con Nacho a quien describió como dueño de un "corazón infartado pero enorme y con alma de poeta".
También dio cuenta de que cerca de un mes atrás habían hablado por teléfono y planeado escalar el Kilimanjaro, en Tanzania.
Además contó que se había enojado cuando supo que Lucero volvió a subir montañas después del grave problema de salud que sufrió pero que se alegró cuando supo que hizo una nueva cumbre.
Entre tantos recuerdos el cónsul adjunto relató que estando los dos en Mendoza casi los atropelló un trolebús.
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Foto de Ignacio Lucero publicada por su amigo Bustamante.
La nota de Bustamante sobre Ignacio Lucero
"En Pakistán conocí a Ignacio Lucero y él me honró con su amistad. Pasó dos veranos en mi casa en Islamabad, cada vez que bajaba de las enormes cumbres del Himalaya y del Karakorum.
Compartíamos anécdotas y asados y soñábamos con nuevos desafíos. Fui a buscarlo a Katmandú cuando se rescató a sí mismo luego de tener un infarto a 7.300 metros de altura en el Manaslú.
Su foto de la montaña que no pudo vencerlo está en mi oficina en el Consulado. Le di la mano en la sala de terapia intensiva y empujé la silla de ruedas que lo entró al quirófano en el Shahid Gangalal Heart Centre aquella mañana del 2011.
Estuve con él cuando salió de la operación y un traicionero e inesperado ACV le impidió reconocerme y hasta articular palabras. Cené en la casa de sus padres (a quienes abrazo con fuerza a la distancia), cuando volví de Asia y él ya había aprendido a hablar de nuevo.
Nunca dejó de escribir poesía. Me quedé en su casa en Mendoza, cuando me tocó trabajar en Fronteras. Su perro Oro estaba en la camioneta con nosotros cuando casi nos lleva puestos un trolebús una noche que yo bajaba de trabajar en la montaña.
Me reí a carcajadas cuando lo vi en la televisión con Mirtha Legrand, con su enorme sonrisa y su desparpajo, vestido con un shalwar kameez y sandalias.
Ignacio Lucero sorprendió a todos con su look montañista
Me enojé cuando me contó que había vuelto a escalar y me alegré inmensamente cuando leí la noticia de que había conquistado la cumbre del Gasherbrum II, ese 8.000 que tanto buscó.
Hace poco más de un mes hablamos por teléfono y planeamos escalar el Kilimanjaro junto con Fran, mi hijo mayor… No sé qué pasó en el Cerro Marmolejo el viernes pasado, pero estoy seguro que hizo todo lo posible por salvar a sus compañeros de expedición. Repito: estoy seguro que los cuidó hasta su último aliento.
Ignacio Lucero era un tipo especial: con un corazón infartado pero enorme. Tenía el alma de un poeta y un espíritu inquebrantable. Era mi amigo. Gracias diario El País de Uruguapor recordarlo. Ignacio Lucero 1973 - 2023 In memoriam".
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