Un reciente estudio sugiere que el perro puede sentir el dolor humano de manera innata, lo que sería resultado de siglos de coevolución con los humanos. El descubrimiento, publicado el 2 de julio en Animal Behaviour, comparó cómo perros y cerdos domésticos responden al llanto y al tarareo humano.
El descubrimiento que confirma por qué el perro es el mejor amigo del hombre
Un descubrimiento conseguido en un estudio demuestra un rasgo que por ahora sólo tienen los perros, y los acercan a los humanos
Los humanos prestan atención a las emociones de los animales y nos parece que esta atención es recíproca. Investigaciones previas demostraron que los caballos escuchan más atentamente los gruñidos humanos que las risas. Los cerdos responden más intensamente a sonidos humanos en comparación con los jabalíes.
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Sin embargo, hay pocos estudios sobre si los animales reaccionan sólo a sonidos inusuales o si son capaces de contagio emocional genuino. La mayoría de los animales reflejan las emociones de su especie, pero los perros (Canis familiaris) pueden reflejar las emociones humanas.
Un descubrimiento que nos acerca más a los perros
Una pregunta clave es si este contagio emocional se basa en señales vocales universales o es un rasgo que obtuvieron a lo largo de su historia junto a los hombres. Los investigadores compararon las respuestas al estrés de perros y cerdos domésticos (Sus scrofa domesticus) a sonidos humanos.
Perros y cerdos domésticos son animales sociales criados alrededor de personas. Pero, a diferencia de los perros, los cerdos han sido animales de granja. Si el contagio emocional se aprende solo por proximidad a las personas, los cerdos domésticos deberían mostrar respuestas similares a los perros.
El equipo pidió a dueños de perros y cerdos que se grabaran en una habitación con sus mascotas mientras reproducían sonidos de llanto y tarareo. Los investigadores contaron los comportamientos de estrés exhibidos, como quejas y bostezos en los perros y rápidos movimientos de orejas en los cerdos.
Los perros, más empáticos
Como se esperaba, los perros captaron bien el contenido emocional de las vocalizaciones humanas. Mostraron signos de estrés al escuchar el llanto y permanecieron indiferentes al tarareo. Los cerdos, aunque mostraron algo de estrés al escuchar el llanto, se estresaron más con el tarareo.
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Este comportamiento podría deberse a que los cerdos no interpretan el llanto como una emoción negativa. El tarareo podría ser un sonido extraño para ellos, difícil de procesar. Este descubrimiento sugiere que los animales de compañía tienen un contagio emocional más fuerte con los humanos.






