"Los cometas oscuros son una nueva fuente potencial para haber entregado los materiales a la Tierra necesarios para el desarrollo de la vida", explicó Darryl Seligman, investigador posdoctoral del departamento de Física de la Universidad Estatal de Michigan.
Las primeras señales de la existencia de estos objetos aparecieron en marzo de 2016, cuando los científicos notaron que el "asteroide" 2003 RM se desviaba ligeramente de su órbita esperada sin mostrar la característica cola de los cometas.
Los expertos continúan estudiando estos peculiares cuerpos celestes para determinar su composición, entender qué causa su aceleración anómala y descubrir si contienen hielo en su interior, características que podrían revelar información sobre los orígenes de nuestro planeta.
Que sospecha la NASA
Según Davide Farnocchia, investigador del JPL y coautor del estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, estos objetos presentan comportamientos únicos: "Cuando ves ese tipo de perturbación en un objeto celeste, usualmente significa que es un cometa, con material volátil saliendo de su superficie, dándole un pequeño empuje".
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Este descubrimiento era impensado hace dos años, cuando no se sabía de la existencia de estos objetos.
La confirmación de la existencia de dos tipos distintos de cometas oscuros abrió nuevas líneas de investigación para los científicos, quienes ahora buscan responder preguntas fundamentales sobre:
- La procedencia y origen de estos objetos celestes
- Los mecanismos que causan sus movimientos anómalos
- Las posibles implicaciones para el estudio del origen de la vida en la Tierra
- La presencia de hielo y otros materiales volátiles en su composición
Los telescopios de la NASA continuarán monitoreando estos enigmáticos cuerpos celestes, mientras los investigadores analizan los datos recopilados para comprender mejor su papel en la historia de nuestro sistema solar.