Dicen que si te suenan los oídos es señal de que alguien está hablando mal de vos, ¿pero qué pasaría si pudiera programar tu celular, para que cada vez que tu pareja te engañe, lo que le suene sea una impertinente alerta en tu teléfono? Gracias a la tecnología de punta y a una creativa casa de colchones española, las infidelidades a domicilio, se van a acabar, al menos en un considerable tanto por ciento.
El hecho es que una joven empresa gallega, Durmet, con sede en Ordes (La Coruña) ha inventado Smarttress, un colchón con sistema electrónico que seguro que también mejora el descanso diurno de algunos. Ante los resultados de ciertas estadísticas, que vienen a decir que los españoles son los europeos mas infieles, se les ocurrió la idea de crear el primer colchón inteligente, detector de infidelidades.
El sistema es bien sencillo y lo explica Iván Miranda, ingeniero y responsable de la estructura tecnológica de esta pieza. "Externamente el colchón es exactamente igual que cualquier otra pieza del mercado. Por dentro, sin embargo, una red de 24 sensores ultrasónicos detectan los cambios de presión en los distintos puntos del colchón en todo momento y además calculan las presiones, ritmos y cadencias y todas esa información se envía a un micro controlador que calcula las mediciones y las compara y diferencia de cualquier otra actividad sobre la cama, es decir, es muy capaz de distinguir entre los saltos de unos niños jugando, de las presiones ejercidas en el juego del acto sexual".
Alerta al celular
Además, en el momento en que el controlador detecta este tipo de presiones, conecta con una app y manda una alerta al celular con un plano 3D en tiempo real. Los componentes electrónicos van camuflados con un recubrimiento protector, en los muelles cónicos para que se integren dentro y no sean detectables por fuera bajo ningún motivo.
El Smarttress, se presenta en Madrid hoy, día internacional del Beso, y se puede adquirir este colchón, con la máxima confidencialidad de compra y garantía de calidad, en una web (www.smarttress.com) desde cualquier punto del mundo. Está patentado como invento español y es el único que existe en el mundo, de momento. En tamaño 1,50X2,00 cuesta 1.550 euros.