Ramón Fernández es el actual presidente del club de Desaguadero, después suceder a Juan Aranda, el histórico motor de Los Amigos. A Ramón todos lo conocen como Careca, por su pasado futbolístico y su fanatismo por el brasilero que supo conformar la delantera mortal del Nápoli en los 80, con Diego Maradona y Bruno Giordano.
Ramón cuenta que hace tres años se sumaron a la Fundación River Plate y participan en la "escuela de formadores, para trabajar socialmente con los chicos, para saber como adaptarlos, como incluirlos, porque lo que interesa no es que tengan condiciones deportivas, sino poder ayudarlos a desarrollarse. Por eso hacemos deporte social".
El año pasado la Fundación lanzó una convocatoria abierta a todos los clubes del país, para que presenten proyectos y poder seleccionar entre ellos a tres, para brindarles apoyo. "Este año nos presentamos, con un proyecto para crear una escuela de oficios para los chicos que terminan el secundario y que puedan tener una forma de defenderse en la vida", dice.
Así fue que, entre más de 700 clubes, quedaron tres finalistas, todos merecedores de algún apoyo. "Quedó uno de La Quiaca, uno de Jujuy, y nosotros". La elección para saber quien obtendría el apoyo mayor, de $1.000.000 fue por votación en las redes. El Club Deportivo Los Amigos, de Desaguadero, obtuvo más de 16.000 votos y se quedó con el primer lugar.
Don Juan y la historia
Juan Aranda está a punto de cumplir 65 años y, además, este 11 de noviembre cumplirá 24 años como enfermero de Desaguadero. El único, el histórico. En estos meses Juan trabajó a destajo en plena pandemia en el principal portal de ingreso a la provincia de Mendoza y, riesgos de la profesión, se contagió de Covid. "Acá esto, sobrellevando la pandemia. Todavía no me recupero bien pero, gracias a Dios, ya estoy saliendo", dice.
Juan fue ideólogo, fundador y motor del club. Diario Uno, en 2007, contó ese comienzo y Juan aún atesora el recorte de aquella nota, cuando apenas había una rústica cancha de bochas en medio de un descampado y cuando recién habían conseguido la personería jurídica.
Vivir en un pueblo de 500 habitantes y cuando se debe recorrer más de 100 kilómetros para llegar al primer cine, podría ser toda una certeza de aburrimiento. Los vecinos de la Desaguadero no resignaron y crearon el Club Deportivo Los Amigos.
Ledesma, Rosales, Aranda y Fernández podrían ser una buena línea de cuatro. Pero no. Son el grupo de amigos que, entre apasionados por las bochas y agobiados por el tedio, decidieron un día comenzar a trabajar para hacer de su placer personal un disfrute comunitario.
Así fue que, en un parquecito ubicado a escasos 100 metros de la ruta 7 y a igual distancia del límite entre las provincias de Mendoza y San Luis, construyeron dos sencillas canchas de bochas y clavaron los primeros postes para levantar allí un futuro quincho. Está demás decir que no olvidaron pegar algunos ladrillos y armar una simple pero efectiva churrasquera.
Ni Ledesma ni sus amigos lo sabían, pero fue otro mendocino como ellos, don Jesús Izpura, quien tiene un extraño record que es reconocido en todo el país: fue presidente de la Federación Mendocina de Bochas durante 48 años.
Ellos también lo ignoraban, pero Carlos Gardel despuntaba el vicio de jugar a las bochas cuando visitaba la Cantina Chanta Cuatro. Allí, además de cantar, se arrimaba con las lisas y rayadas.
También el recordado Carlos Monzón no sólo era asiduo concurrente y colaborador del Bochas Club El Litoral de Santa Fe capital, sino que también fue uno de los bochófilos que lo representó durante muchos años.
Don Juan Aranda está feliz en estos días. Como pocas veces. "Ya tengo mi casita acá, el club... ya no me voy a ir nunca de Desaguadero".