La vegetación de Sudamérica no solo es amplia, sino que además es bellísima. Existe un árbol que está llamando la atención en todo el mundo, ya que no solo es considerado el más fuerte del mundo, sino que además crece en el desierto.
La vegetación de Sudamérica no solo es amplia, sino que además es bellísima. Existe un árbol que está llamando la atención en todo el mundo, ya que no solo es considerado el más fuerte del mundo, sino que además crece en el desierto.
Es el chañar, el cual suele crecer con abundancia en zonas desérticas, resiste temperaturas extremas y aporta semillas y frutos que son comestibles.
Se dice que el chañar es uno de los árboles más fuertes del mundo ya que crece en zonas desérticas, y esto lo lleva a adaptarse a las duras condiciones climáticas. Esta especie recibe poca agua, soporta fuertes vientos y sobrevive incluso en temperaturas extremas.
Por ejemplo, se ha demostrado que esta especie soporta jornadas de más de 40ºC, así como noches frías, donde el termómetro desciende hasta los -13ºC.
La naturaleza es sabia, y es por ello que el chañar cuenta con ramas repletas de espinas. Por lo tanto, estos árboles pueden evitar que ciertos animales lo dañen. El chañar crece en seis países de Sudamérica: Argentina, Chile, Bolivia, Paraguay, Uruguay y Perú.
El chañar cuenta con frutos y semillas comestibles, las cuales le pueden brindar muchos beneficios a nuestra salud. Por ejemplo, en algunos pueblos se realiza arrope de fruto del chañar, el cual es usado para superar desde un simple catarro hasta una bronquitis o un problema pulmonar.
Para hacer arrope hay que limpiar bien los frutos y dar un hervor para ablandar la cáscara. Retira la cáscara y vuelve a colocar el fruto en el fuego suave. Tendrás que ir revolviendo de tanto en tanto para que no se pegue. El chañar soltará una especie de tinta, y en este punto hay que retirar el fruto del fuego.
Luego, se aconseja moler la fruta en un mortero. Colar la pasta con un lienzo o tul fino junto con el agua con que se hizo hervir la fruta. Poner a cocinar el líquido obtenido del colado a fuego lento, revolviendo constantemente. Cuando el mismo ha tomado punto de hilo y tiene un color marrón, se debe retirar del fuego, y luego envasar.