En una aldea remota de la India, rodeada de naturaleza y silencio, existía un árbol enorme y frondoso al que todos llamaban Kalpavriksha, conocido como el árbol de los deseos. Según la leyenda, este árbol sagrado tenía el poder de conceder aquello que una persona deseaba con el corazón, aunque no siempre de la forma esperada.
El folclore cultural tiene narraciones que se han ido transmitiendo en cada punto del país. Mitos y leyendas que han pasado de padres a hijos y que forman parte de la tradición. Historias que combinan sucesos reales e imaginarios y que han dado lugar, incluso, a diferentes versiones de las mismas. Hoy te contamos la versión del árbol que cumple deseos.
Qué es el Kalpavriksha, el árbol de los deseos
El Kalpavriksha es una figura central en la mitología india y en antiguas tradiciones espirituales. Su nombre proviene del sánscrito y puede traducirse como “árbol que cumple deseos”. Se lo describe como un árbol eterno, abundante y protector, símbolo de prosperidad, conciencia y creación.
En la leyenda, quienes se sentaban bajo su sombra y formulaban un deseo sincero veían cómo este se manifestaba en sus vidas. Cuenta el relato que un viajero cansado llegó a la aldea y, sin saber del poder del árbol, se sentó a descansar bajo sus ramas. Pensó: “Ojalá tuviera comida”, y al instante apareció un banquete. Sin embargo, pensó que esa comida estaba envenenada y acto seguido, empezó a sentirse enfermo.
Pero cuando el miedo se apoderó de su mente, un espíritu maligno comenzó a perseguirlo. Por eso, la leyenda revela así una enseñanza muy sabia: el árbol no distinguía entre deseos y pensamientos inconscientes.
Pues más allá del mito, el árbol de los deseos representa una profunda lección espiritual: la mente crea la realidad que experimentamos. El Kalpavriksha no concede deseos por magia, sino que refleja el poder del pensamiento, la intención y la conciencia. Por eso, en la filosofía oriental, esta leyenda advierte sobre la importancia de cultivar pensamientos claros, positivos y responsables.






