Esta planta demanda un suelo ligeramente ácido y lleno de nutrientes, por lo que el abono de estiércol de vaca será el aliado perfecto para cumplir con estas necesidades. Además, se trata de una alternativa muy suave, por lo que no habrá riesgo alguno de quemar las raíces de las hortensias.
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El estiércol puede usarse tanto en hortensias del jardín como en aquellas que están en maceta.
Otro punto a destacar es que el mencionado abono libera sus nutrientes poco a poco, alimentando las plantas de manera constante durante varias semanas. Gracias a esta técnica, las hortensias obtendrán nitrógeno, fósforo y potasio en proporciones equilibradas, permitiendo que dichas especies tengan flores todo el año.
Para poner en práctica este truco de jardinería, los especialistas recomiendan esparcir una capa de estiércol en el sustrato de las hortensias, durante la primavera. Es menester hacerlo en el perímetro de la planta y no cerca del tallo principal, evitando así un exceso de nutrientes en el ejemplar.
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Con este truco de jardinería, tus hortensias se mantendrán vigorosas todo el año.
A continuación, con la ayuda de un rastrillo de jardinería, tendrás que remover el sustrato para facilitar la descomposición y liberación de los nutrientes. Finalmente, regar de manera abundante. Este truco de jardinería se puede repetir a mediados de verano y así las hortensias se mantendrán vigorosas los 365 días del año.