Otros, al dormir, cruzan los brazos no solo a la altura del pecho sino que también lo hacen sobre sus rodillas. Esto último significa, según especialistas, que estamos faltos de confianza o que necesitamos seguridad emocional.
Las consecuencias físicas de dormir con los brazos cruzados
Ahora bien, el aspecto físico también podría verse afectado si dormimos de esta manera. Cruzar los brazos al dormir puede presionar nuestro pecho y también el corazón. En ese aspecto nos enfrentamos a un problema: que el oxígeno no llegue en la cantidad necesaria a nuestro cerebro y que alteraciones como la parálisis del sueño aparezcan en escena.
Salud dormir mujer.jpg
Controlar nuestras emociones es fundamental para conciliar el sueño de la mejor manera.
En ese sentido, detectar las causas que nos llevan a experimentar este tipo de prácticas pueden orientarnos hacia la solución. Esas causas están ligadas, frecuentemente, al estrés. Es ahí donde debemos poner el foco de atención y trabajar sobre ello.
Por otra parte, la mejor postura que la ciencia médica recomienda para dormir es la fetal, es decir, de lado. Para acomodarse correctamente, hay que flexionar los brazos sobre la almohada y ubicar los puños en la zona del rostro.