También establece que se tratará de un cambio "drástico de la realidad de cara no sólo al presente sino especialmente al futuro, devolviendo dignidad a una gran parte de la población mendocina, como lo es la población docente, sobre todo por la importancia y efectos sociales que su tarea significa".
En los argumentos también detalla que "la Provincia cuenta con gran cantidad de docentes que ya cumplieron su ciclo y no pueden recibir el beneficio jubilatorio, teniendo en cuenta que maestros, profesores y personal jerárquico, tienen en muchos casos sobre sus espaldas más de 30 años de servicio".
"Algunos de ellos -sigue el planteo- no se encuentran en condiciones óptimas de salud (problemas en sus cuerdas vocales, de columna o psicológicos) y necesitan retirarse de la docencia en forma digna y gozar de un beneficio merecido y justo; beneficio éste, reiteramos, por el que luchó y aportó por varias décadas".