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Pastafrola casera o caramelos. La DGE elaborará un listado con ideas saludables para que ofrezcan los kioscos en las escuelas.
Foto: UNO / Cristián Lozano
Nadie duda de que una alimentación saludable es necesaria, y mucho más en los niños, pero el contexto social no ayuda y los kiosqueros están en alerta. Por eso, esta misma semana habrá una reunión entre la DGE y responsables de kioscos en escuelas. “Casi todo tiene octógonos pero podemos hallar un equilibrio”, dijo la funcionaria a Diario UNO.
Concientización y cambio en los kioscos de las escuelas para 2025
La Jefatura de Gabinete comunicó la vigencia de la ley N° 9.525 sobre Promoción de modos de vida saludable dentro de los establecimientos educativos de todos los niveles. Contó que la nueva normativa provincial se adapta a la ley nacional de etiquetado frontal que en su artículo 12 establece que “los alimentos y bebidas analcohólicas que contengan al menos un sello de advertencia o leyendas precautorias no pueden ser ofrecidos, comercializados, publicitados, promocionados o patrocinados en los establecimientos educativos que conforman el nivel inicial, primario y secundario del Sistema Educativo Nacional”.
Y en base a eso, instó a los directores a que “comiencen a trabajar la temática concientizando y adecuando sobre alimentación saludable en los lugares de venta y promoción dentro de los establecimientos, para el año 2025”.
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Esto significa que no desaparecerán de un día para el otro los alfajores de los kioscos pero sí que en algún momento debería suceder; y son los directivos los que deberán bajar la normativa a las cooperativas o a quienes manejan los lugares de venta en las escuelas para que se vayan adaptando.
El temor de los kiosqueros y la decisión de la DGE
“No podemos aplicar la norma de un día para el otro”, dice García con los pies en la tierra. “Necesitamos concientizar primero; ir cambiando paulatinamente”. En el Ministerio de Salud, promotor de la ley, son conscientes de ello y se ofrecieron a trabajar de manera articulada con la DGE para dar pasos firmes.
Los kiosqueros fueron los primeros en poner el grito en el cielo. Tienen temor. Muchos tienen mercadería comprada para el 2025; todos tienen sus proveedores de años ya comprometidos; y los niños y adolescentes tienen una historia de consumo detrás. El solo texto de una ley no va a cambiar esa realidad y es por eso que la DGE ya diagramó un encuentro con kiosqueros para esta semana con el fin de hallar opciones: “Que sigan vendiendo alimentos con octógonos pero que a su vez ofrezcan opciones saludables y visibles”.
Ése será el primer paso de varios. “Tienen que entender que no perderán recursos y para eso elaboraremos desde la DGE un listado con ideas; pero también seguiremos trabajando con los alumnos sobre alimentación saludable para generar en el niño una responsabilidad”, dice Daniela García.
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Foto: UNO / Cristián Lozano
“Incluso la propia DGE debe adaptar sus raciones –en las escuelas en las que ofrece merienda- pero siempre dentro de lo que las posibilidades económicas permitan”, reconoce.
Y eso que le pasa al Estado es lo que les pasa también a los padres. “El contexto social es muy difícil pero desde la escuela podemos hallarle una opción saludable y económica a la tortita; por ejemplo, una fruta de estación cortada”.
Kioscos escolares con frutas, queso y huevo
En vez de un paquete de galletas, una bolsita de cereales sin agregados de azúcar; en vez de un alfajor, una fruta de estación. En lugar de un juguito en caja, un vaso de licuado o una gelatina; en reemplazo de un chocolate, unas galletitas de salvado con queso.
Un sánguche de elaboración en el día con verduras; semillas, yogures, bizcochuelos caseros, frutas secas. ¿Y la estrella del momento? El huevo duro.
Esas son 10 de las opciones que, siguiendo recomendaciones de la Sociedad Argentina de Pediatras, la DGE presentará como alternativas para que los kioscos escolares puedan empezar a adaptarse a la ley.
“De a poco son los propios chicos los que van mutando hacia una alimentación saludable y deportiva. Desde las escuelas podemos acompañar ese cambio con este tipo de opciones”, dice García que insiste en que el proceso será paulatino pero que ve luz al final del camino.
Muestra de ello es que si bien el Gobierno de Mendoza quiere que los cambios se produzcan en 2025, la DGE prefiere no ponerse plazos: empezar el año que viene sí, pero ir acelerando y frenando según las curvas que presente el sendero.