La construcción del barco cautivó a los expertos por sus detalles técnicos. "Las tablas están clavadas en las cuadernas con cabillas de madera de sección circular, una especie de clavos que servían para unir las partes", explicaron desde el equipo arqueológico en su informe inicial. Dos piezas longitudinales fijadas con clavos de hierro permanecen intactas en la estructura encontrada en esta antigua zona de playas.
El área circundante al barco reveló también elementos valiosos para la investigación del océano medieval. Los arqueólogos encontraron capas de arena y limos fértiles con restos orgánicos como semillas y fragmentos de piñas, que aportarán contexto adicional al descubrimiento.
La técnica constructiva corresponde a un estilo común en el océano Mediterráneo durante la Edad Media que se extendió por Europa desde mediados del siglo XV. Persisten preguntas sobre su origen exacto y función específica que los científicos esperan resolver mediante análisis detallados.
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El descubrimiento generó intriga en los arqueólogos.
Un descubrimiento frágil
El gobierno municipal de Barcelona destacó la relevancia histórica del descubrimiento, describiéndolo como fuente única de conocimiento sobre navegación en el océano y técnicas navales de los siglos XV y XVI. El principal desafío actual es la preservación adecuada.
Los restos del barco se encuentran en estado "muy frágil", obligando a los científicos a mantener la madera parcialmente cubierta con arena para evitar su deterioro. El Servicio de Arqueología y el Museo Arqueológico trabajan en documentar el hallazgo y proteger el pecio, bautizado como 'Ciutadella I'.
Las primeras intervenciones incluyen documentación tridimensional, marcaje de piezas y preparación para el traslado en contenedores acuáticos que aseguran la conservación temporal. Los materiales rescatados del antiguo océano serán llevados a instalaciones especializadas para tratamiento con agua y cera hidrosoluble.
La ubicación del barco aporta información crucial sobre la evolución de Barcelona. Su presencia en el antiguo Mercat del Peix, a cinco metros bajo el nivel actual del océano, revela datos sobre la transformación del frente marítimo catalán.
"El hallazgo se relaciona con un proceso histórico de cambio costero. A partir de 1439, con las primeras tenazas artificiales, se modificó la línea de playas y desapareció la barra de arena conocida como la Tarea", explicaron los científicos municipales. En 2008 ya se encontró una embarcación similar cerca de la Estación de Francia.