En una remota isla del Ártico canadiense, investigadores hicieron un descubrimiento que podría ser clave para entender cómo cambió nuestro planeta. Los científicos se toparon con los restos de un glaciar muy antiguo, el cual podría tener más de un millón de años, algo nunca visto. De hecho, quizás sea el glaciar más longevo que se encuentra dentro del permafrost.
Descubrimiento milenario: científicos hallaron algo inesperado en una región helada y remota
Un glaciar de una isla en el Ártico canadiense ofrece pistas sobre un posible descubrimiento extremadamente interesante
El equipo de expertos cree que este hallazgo les daría una perspectiva sin precedentes sobre el Pleistoceno temprano. Esa era fue un tiempo donde la Tierra pasó por ciclos de glaciaciones y períodos más cálidos. Los científicos deben ser muy cuidadosos y estratégicos con el tiempo que le dediquen al manejo de esta información tan valiosa.
Cómo llegaron al descubrimiento
El estudio marca que la Tierra camibó de clima muchas veces.
Todo comenzó en el año 2009. En esa época, el geomorfólogo Daniel Fortier y sus colegas investigaban unos deslizamientos de tierra que sucedían por el derretimiento del permafrost. Aquella investigación reveló cuerpos de hielo con capas superpuestas, justo por encima de lo que parecía ser un antiguo bosque fosilizado.
Luego, al hacer la datación por radiocarbono, se llevaron una sorpresa asombrosa. El hielo contenía materia orgánica que superaba los 60.000 años de antigüedad. Fortier comentó a Science News su reacción al ver esto: "No esperaba eso en absoluto".
Además, encontraron que un "cambio en la alineación de los minerales magnéticos" coincidía con una inversión del campo magnético de la Tierra que ocurrió hace unos 770.000 años. Los científicos publicaron su análisis detallado de todo este descubrimiento en la revista Geology.
Por qué es crucial estudiar el hielo del Ártico
Para realizar el descubrimiento tuvieron que excavar muy profundo bajo el hielo.
Los glaciares tienen la capacidad de darnos información vital sobre la historia de nuestro planeta, y a su vez, pueden indicarnos cómo será su futuro. Los investigadores explican en Geology que el "permafrost es un valioso depósito paleoambiental, ya que los sedimentos y el hielo pueden archivar fósiles, flora, restos orgánicos y ADN antiguo".
También señalan que, "la presencia de permafrost antiguo puede ayudar a evaluar la respuesta del permafrost a climas pasados y futuros cambios". La NASA aclara que el clima de la Tierra cambió de forma natural a lo largo de la historia, experimentando ocho ciclos de hielo y calentamiento en los últimos 800.000 años.
No obstante, las actividades humanas, principalmente el uso de combustibles contaminantes, aceleraron el sobrecalentamiento de la Tierra. Este calentamiento no natural hace que los glaciares y el permafrost se derritan, lo que impulsa la subida del nivel del mar y amenaza a las comunidades costeras de muchas islas y continentes.
El descubrimiento de este glaciar, según escribieron los científicos, "indica resistencia de estos terrenos con núcleos de hielo a climas pasados más cálidos". Esto sugiere que todavía no es tarde para reequilibrar el planeta. Fortier piensa: "No creo que el permafrost vaya a desaparecer tan rápido. El sistema es más resistente de lo que creemos". Sin embargo, el análisis advierte que "el calentamiento climático moderno y las tasas aceleradas de termokarst [erosión del permafrost]" podrían desestabilizar estos archivos glaciales.






