Con el invierno ya instalado en Mendoza, hay que tener en cuenta que las bajas temperaturas no sólo afectan a nuestras familias y mascotas sino que la flora también sufren sus consecuencias, sobre todo por las noches cuando el termómetro se posiciona por debajo del cero y se producen heladas. Por eso es vital saber cómo cuidar las plantas.
Por esta razón es importante estar atentos a los pronósticos y tomar los recaudos necesarios para mantenerlas a salvo de las inclemencias del tiempo y tener claro cómo cuidar las plantas.
Como punto de partida, el ingeniero agrónomo y coordinador del Área de Investigación y Desarrollo de la Dirección de Agricultura y Contingencias, Martín Cavagnaro, explicó que las heladas no caen ni se levantan sino que “se producen”. Si bien, estos eventos se pueden categorizar en tres tipos, son solo dos los que afectan la región Cuyo: por advección y por irradiación.
En el caso de la primera “se producen por el pasaje de un frente frío. La masa de aire frío desplaza a las cálidas y provoca que la temperatura baje muy rápidamente. Está acompañada por nubosidad y, normalmente, tienen lugar en invierno”.
En cuanto a las segundas, por irradiación, se dan cuando el suelo pierde más calor que el que recibe durante el día. “Esto provoca que se enfríe el aire secundante a la planta y genera la helada. La condición ideal es con cielo despejado durante la noche y sin viento porque cuando la nubosidad actúa como un techo que impide que se escape tan rápido el calor del suelo durante la noche. Y, si hay viento, nos ayuda a que esa masa de aire frío se disipe”, explicó el especialista.
Qué hacemos con nuestras plantas
Dependiendo de la especie, la vegetación soporta las vicisitudes de diferente manera. Los cactus o suculentas son las que mejor resisten las bajas temperaturas. Sin embargo, aquellas de hojas tiernas son proclives a sufrir daños.
Según Cavagnaro, lo ideal sería darles resguardo a las plantas durante la noche bajo techo y, en lo posible, en un lugar cerrado. “Claro que esto sería si las tenemos en maceta sino se deben cubrir con un nylon durante la noche para que no pierdan el calor”, señaló.
Es importante que, algunos minutos después del amanecer, la cubierta sea retirada para que el follaje vuelva a tomar el calor del sol. “Hay que tener en cuenta que en Mendoza hasta las 9 de la mañana tenemos temperaturas muy bajas”, indicó.
Otro factor importante que puede colaborar para mantener nuestro jardín a salvo de las heladas es el riego. Sin embargo, se deben tener en cuenta algunos consejos para que no sea perjudicial.
“El agua es un gran conductor de calor por eso el riego es importante pero si inundamos esto fomenta a que el calor se pierda más rápido”, explicó el especialista y recomendó que, en el hogar, se moje la tierra por la mañana -sin saturarla- o el día anterior a los pronósticos de heladas.
Para la producción agrícola estas heladas son saludables
El problema principal para la producción agrícola mendocino se presenta con las “heladas tardías” que pueden ocasionarse en la primavera -septiembre u octubre-. Esto se debe a que tanto la vid como los frutales se encuentran en proceso de brotación o floración.
“Los brotes o flores son tejidos muy tiernos, por lo tanto, las temperaturas cercanas o por debajo del cero pueden dañarlos. Son órganos vitales para las plantas y tienen un alto porcentaje de agua, si se congelan se rompen y matan los tejidos ocasionando grandes pérdidas”, comentó.
Distinta es la situación durante esta época, en la que los cultivos se encuentran en “dormición por pasaje invernal” y las bajas temperaturas no solo que no representan ningún peligro sino que son altamente beneficiosas.
“Los frutales y viñedos necesitan acumular horas de frío que, a estas especies, les permite una buena brotación y fructificación. Si esto no ocurre puede derivar en una brotación despareja o problemas para que cuaje el fruto. También estos niveles de temperaturas ayudan disminuir la población de plagas que puede atacar a las plantas”, aseguró el especialista.