Otro aspecto clave es la forma en que las toallas se secan. Si las dejas en el suelo o en espacios sin ventilación, la humedad favorece la proliferación de microorganismos. Para prolongar su vida útil y evitar malos olores, cuélgalas en un toallero y, si es posible, abre una ventana o enciende un ventilador para reducir la humedad en el baño.
Lavar toallas: la temperatura para lograr la higiene adecuada
El Departamento de Control de Infecciones del Hospital Regional del Medio Oeste de Ennis, Irlanda, recomienda lavar las toallas a una temperatura de al menos 60 grados Celsius (140 grados Fahrenheit) para eliminar bacterias de manera efectiva. Si tu lavadora cuenta con un ciclo de desinfección, úsalo. En caso contrario, puedes aumentar la temperatura de tu calentador de agua durante el lavado. Eso sí, si hay niños pequeños en casa, extrema las precauciones cerca de lavabos, duchas y bañeras para evitar accidentes.
También es importante evitar el uso de suavizante de telas, ya que este deja residuos en las toallas que reducen su capacidad de absorción. Si quieres que mantengan su suavidad sin afectar su eficacia, opta por vinagre blanco en su lugar.
Consejos para mantener tus toallas limpias y frescas
- Lava las toallas después de tres o cuatro usos.
- Si alguien en casa está enfermo, lávalas tras cada uso.
- No las dejes húmedas en el suelo; cuélgalas en un toallero.
- Usa agua caliente (60°C o más) para eliminar bacterias.
- Evita los suavizantes de telas y opta por vinagre blanco.
- Ventila el baño para reducir la humedad.