La planta de romero es uno de los ejemplares más famosos dentro de casa, y esto se debe a la gran cantidad de beneficios que la misma tiene. A la hora de mantenerla, muchos se preguntan acerca de la frecuencia de riego.
La planta de romero es uno de los ejemplares más famosos dentro de casa, y esto se debe a la gran cantidad de beneficios que la misma tiene. A la hora de mantenerla, muchos se preguntan acerca de la frecuencia de riego.
Siempre y cuando se riegue correctamente y en el momento adecuado, la planta de romero podrá mantenerse incluso en las heladas del frío invierno.
En invierno, el romero necesita riego con menos frecuencia que en verano, y es realmente importante evitar el exceso de esta tarea para no dañar el ejemplar.
El riego excesivo puede causar daños significativos a las plantas de romero, incluyendo la pudrición de la raíz, amarillamiento y caída de hojas, y un crecimiento atrofiado.
Como si fuera poco, el exceso de humedad favorece el desarrollo de enfermedades fúngicas en la planta, como el moho blanco o manchas negras en las hojas.
Para evitar estos problemas, y sin más rodeos, tienes que saber que la planta de romero debe ser regada cada dos semanas en invierno, aunque la frecuencia de esta tarea se acomoda siempre de acuerdo a las condiciones.
Antes de regar, es recomendable verificar la humedad del sustrato. Si los primeros centímetros están secos, la planta de romero se puede regar, pero si están húmedos, es mejor esperar.
Abandonando el tema del riego, tienes que saber que la planta de romero puede tener también un tipo de maceta ideal para que el ejemplar crezca fuerte y sin problemas.
Es crucial elegir un recipiente con buen drenaje y suficiente espacio para el crecimiento de las raíces. Uno de los problemas más frecuentes en la planta es justamente el exceso de humedad en esta parte.
Por este motivo, la maceta en la que coloques tu planta de romero debe tener una serie de agujeros para evitar el encharcamiento y facilitar esta función.
La maceta debe ser lo suficientemente grande para permitir el crecimiento de las raíces sin restricciones, pero no demasiado grande para evitar que la tierra retenga demasiada humedad. Una maceta de 30 cm de ancho y 15-20 cm de profundidad puede ser un buen inicio.
Coloca la maceta en un lugar soleado, preferiblemente con al menos 6 horas de luz solar directa al día, lo que será crucial para el desarrollo de tu planta de romero.
Con respecto al material, hay que decir que la planta de romero no discrimina. La maceta que albergue a la misma puede ser de arcilla, cerámica o plástico, aunque la terracota es el material más popular.