La compleja situación económica que atraviesa Argentina afecta a la empresa alimenticia Georgalos durante un periodo clave para el sector. La compañía Georgalos, dueña de marcas icónicas como Mantecol y Palitos de la Selva, implementó un plan de suspensiones masivas que afecta a cerca de 600 trabajadores de su planta ubicada en Victoria, Buenos Aires.
Suspensiones Rotativas por "Fuerza Mayor"
Según detalló Rubén Domínguez, delegado del establecimiento, el plan consiste en suspensiones rotativas aplicadas a 600 empleados en tandas de 80. Cada trabajador quedará licenciado por 15 días, con un impacto directo en sus ingresos, ya que perciben entre el 75% y el 80% de su salario habitual durante este período.
Georgalos justifica las licencias utilizando un artículo de "fuerza mayor", un mecanismo que, según Domínguez, "es el mismo que los empresarios pueden usar para despedir". El delegado señaló que, sumado a las suspensiones, la planta ya había registrado despidos antisindicales a raíz de una huelga previa en junio.
La empresa Georgalos atribuye la decisión a dos factores:
- Baja en la demanda: Una notoria reducción en el ritmo de producción y la caída en las ventas.
- Competencia de importaciones: El avance de productos brasileños que compiten directamente con la producción nacional, un contexto que los trabajadores vinculan con la actual política de apertura de importaciones.
Malestar Sindical y Social
La decisión de Georgalos genera un profundo malestar entre el personal, especialmente porque ocurre en un momento crucial para la elaboración de sus productos estrella, cuya demanda se intensifica en diciembre. Los trabajadores han comenzado a organizar movilizaciones para rechazar la suspensión, que consideran un golpe directo a su poder adquisitivo.
El delegado Domínguez fue crítico con el accionar de la cúpula sindical del gremio de la Alimentación, liderada por Rodolfo Daer y Escalante, acusándolos de "permitir las suspensiones" y de tolerar irregularidades en complicidad con la empresa.
Mantecol y Navidad
La paradoja en el caso de la fábrica de Mantecol -producto que la empresa había recuperado para manos nacionales en 2022 tras comprar la planta a Mondelez- es notoria: la compañía se ajusta internamente y suspende personal, mientras intenta conquistar nuevos mercados para ganar competitividad frente a las mismas importaciones que utiliza como argumento para justificar los recortes.





