Creó un primitivo barco y cruzó el océano Atlántico: demostró cómo los habitantes de África llegaron a América
En 1969, Heyerdahl construyó la balsa Ra, inspirada en los antiguos barcos egipcios descritos en jeroglíficos y relatos históricos. La balsa estaba hecha de troncos de papiro unidos con cuerdas, sin clavos ni herramientas modernas, y tenía una vela de fibra natural. La tripulación estaba compuesta por un pequeño grupo de hombres, incluidos el propio Heyerdahl, científicos y cineastas que documentarían la travesía. Su meta era cruzar desde la costa de Marruecos hacia el Caribe, siguiendo las corrientes del océano Atlántico, y así probar que los antiguos marineros podrían haber hecho viajes similares.
Thor (1)
Era una tripulación transnacional y el autor del plan nunca había viajado por el mar.
La travesía por el océano Atlántico en un primitivo barco
El viaje, sin embargo, no fue sencillo. La Ra enfrentó tormentas, olas gigantes y vientos impredecibles en medio del océano que pusieron a prueba la resistencia de la embarcación y la paciencia de la tripulación. Después de varios intentos, la primera balsa, Ra I, se hundió antes de completar el cruce, debido a problemas estructurales provocados por la sal del mar y las fuertes corrientes. Determinado a no rendirse, Heyerdahl y su equipo construyeron una segunda balsa, la Ra II, con mejoras en la estructura y en la forma de unir los troncos de papiro.
En mayo de 1970, el barco Ra II partió nuevamente desde Marruecos y, tras un viaje de 57 días y más de 4.000 millas náuticas, llegó a Barbados en el Caribe. La hazaña fue considerada un éxito científico y mediático, ya que demostró que era posible que los antiguos africanos hubieran realizado viajes transatlánticos sin tecnología moderna. La expedición no solo proporcionó evidencia sobre la capacidad de navegación de antiguas civilizaciones, sino que también mostró el valor de la experimentación práctica en la antropología y la arqueología.