Segunda ola

Covid: insisten con que los colectivos deben llevar ventanas abiertas

Natalio Mema sostuvo que el servicio de colectivos debe mantener la ventilación indicada en el protocolo por Covid o de lo contrario deberán suspenderlo

“De 1.200 colectivos no podemos tener 1.200 personas paradas al lado de las ventanas para mantenerlas abiertas”, expresó Natalio Mema, secretario de Servicios Públicos de Mendoza. Además, dijo que muchos rompen las ventanas para cerrarlas y sostuvo que es responsabilidad de los usuarios cumplir con las normas sanitarias por la pandemia de Covid.

Ante los conflictos que se generan en los colectivos por las ventanillas abiertas para mantener la ventilación cruzada para evitar mayor contagios de Covid, Mema indicó que desde principio de año se comenzó a trabajar en el protocolo.

Sostuvo que como era verano no había problemas, ya que la gente abría las ventanas, pero desde marzo, y con la baja de temperaturas, se agregaron carteles que indicaban que debía mantenerse la ventilación cruzada.

Colectivos - Micros - SUBE - Aumento de Boleto (15).jpg
Las ventanillas deben estar abiertas entre 7 y 10 centímetros para garantizar la ventilación cruzada.

Las ventanillas deben estar abiertas entre 7 y 10 centímetros para garantizar la ventilación cruzada.

“A medida que vimos los incumplimientos, pedimos que traben las ventanas. Todos los colectivos salen con ventanas abiertas, pero luego la gente las cierra. El chofer está aislado y no se puede parar cada 10 minutos a abrir la ventana”, indicó el funcionario de Servicios Públicos a Radio Nihuil.

Agregó que casi todas las unidades tienen las ventanas trabadas con un tornillo, pero que en muchos casos las rompen para cerrarlas, “porque la gente va con frío”.

Mema indicó que desde el año pasado nunca se suspendió el servicio de colectivos: “Estamos haciendo una jugada que es para que todas las personas puedan tener el servicio público funcionando. Si dejamos solo usar a los esenciales, bajamos entre el 50% o 70% de las personas del colectivo” que es lo que sucede en estos días.

“Nosotros acompañamos a las actividades que están abiertas. La mayoría de los empleados gastronómicos, los comerciantes, se moviliza en transporte público. No es una opción, es la única forma de viajar que tienen y, teniendo en cuenta esta realidad, tratamos de hacer lo posible para que las personas puedan usar el colectivo, pero que sean los usuarios quienes cuiden el transporte”, indicó.

Y siguió: “Es materialmente imposible controlar 1.200 colectivos en 12 horas que funcionan en miles de kilómetros que hacen por día. Depende de cada uno de nosotros. Si no, la instancia que nos queda es restringir el uso del colectivo. La gran mayoría cumple, tenemos cámaras en todos los colectivos, y es una gran preocupación del Gobierno no tener ahí una propagación masiva del virus. Lo venimos estudiando y el comportamiento general es que de 200 mil pasajeros 10 mil no cumplen y eso es una barbaridad”.

colectivos-ventanilla-abiertas.jpg
Un protocolo obliga a tener una ventanilla abierta, contraria a la puerta de ingreso, para asegurar una corriente que renueve el aire dentro de los micros, evitando la propagación del virus del Covid-19 posiblemente presente en el ambiente cerrado del vehículo, pero los usuarios, debido al frío insisten en cerrarla.

Un protocolo obliga a tener una ventanilla abierta, contraria a la puerta de ingreso, para asegurar una corriente que renueve el aire dentro de los micros, evitando la propagación del virus del Covid-19 posiblemente presente en el ambiente cerrado del vehículo, pero los usuarios, debido al frío insisten en cerrarla.

“El incumplimiento no es una cuestión personal, sino que es poner en riesgo a los terceros”, reflexionó el funcionario. “Si vemos a alguien rompiendo la ventana, y que ante el pedido que no lo haga continúa, llamemos al 911, denunciemos”.

Las ventanas deben estar abiertas entre 7 y 10 centímetros y con eso alcanza para tener la ventilación cruzada.

Insistió en que comprende que es una situación incómoda y difícil, pero es algo temporal mientras la pandemia esté vigente ya que arriba de las unidades es imposible cumplir con el distanciamiento físico, y reiteró que la gente deberá abrigarse un poco más, tal como lo hacen los mismos choferes.

“Hoy tenemos dos micros y medio más por pasajero que antes de la pandemia. Ya bajamos el aforo por unidad. Pasamos de 420 pasajeros a 370 y vamos teniendo cada vez menos gente a medida que avanza la segunda ola, ya que menos personas se movilizan porque muchos están enfermos o dentro de una burbuja con contagiados o están aislados”, destacó.

Además, indicó que el impacto por el inicio de clases en el sistema fue muy bajo: “Tenemos 25% más de frecuencias focalizadas sobre todo en los horarios pico, tenemos una cultura general de horarios y seguimos pidiendo a la mayor cantidad de actividades con escalonamiento y privilegiamos la primera hora para las escuelas”.

Temas relacionados: