Si quieres convertir tu jardín en un espacio ideal para relajarse y conectar con la naturaleza, lo mejor que puedes hacer es cultivar un árbol. Existen diversas variedades como el sauce, el jacarandá, el ceibo, el algarrobo, el palo borracho y más. Sin embargo, en esta ocasión exploramos una especie arbórea conocida como lapacho rosado (Tabebuia impetiginosa).
Un árbol que estalla de flores
El lapacho rosado es un árbol nativo de Sudamérica que tiene una corteza color castaño oscuro o algo rojiza y agrietada. Es distintivo por sus vistosas flores rosadas, que aparecen cuando el árbol todavía se encuentra desprovisto de follaje, a finales del invierno. A comienzos de la primavera, se convierte en el principal adorno del jardín y las calles por la belleza de sus flores de distintas tonalidades rosa.
De hecho, la ciudad de Buenos Aires destaca por tener miles de lapachos rosados, distribuidos en espacios al aire libre. Pueden encontrarse en los parques Saavedra, Los Andes, Avellaneda, Chacabuco, Patricios, Rivadavia, Lezama y Alberdi, en canteros de la Avenida 9 de Julio, plaza Armenia y plaza Italia, y otros rincones verdes.
Cuidados del lapacho rosado
Uno de los aspectos imprescindibles en el cuidado del lapacho rosado es la luz solar. Este árbol necesita recibir sol directo la mayor parte del día, por lo que debe plantarse en un espacio abierto, lejos de construcciones o sombras de otros árboles. También, requiere un suelo bien drenado, ya que el exceso de agua puede afectar sus raíces.
El riego es clave durante sus primeros años de vida, por lo que conviene mantener el suelo húmedo pero nunca encharcado. Una vez que el árbol se establece, suele resistir períodos de sequía moderados, aunque en verano agradece riegos más frecuentes para propiciar la floración. Además, aplicar abono orgánico una o dos veces al año favorece su desarrollo y mejora la calidad del suelo.
Por último, el lapacho rosado requiere una poda para mantener su forma y eliminar ramas secas o dañadas. Lo ideal es realizarla al final del invierno, antes de que comience su brotación.