Un mantillo casero es una capa de material orgánico (como hojas, recortes de césped, paja, etc.) que se coloca sobre el suelo alrededor de las plantas para protegerlas y mejorar su salud ante posibles problemas como la deshidratación, la falta de humedad, y la desregulación de la temperatura, por nombrar algún ejemplo.
A la hora de cortar el césped, muchas personas tienen la costumbre de descartar el material sobrante. Lo que muchos no saben, es que este puede ser de gran ayuda para proteger las plantas de tu jardín.
Cómo usar el césped recién cortado para proteger a las plantas del jardín
Esparcir los recortes de césped alrededor de las plantas sirve como capa protectora que retiene la humedad y ayuda a regular la temperatura del suelo. Sin embargo, hay otras técnicas, como las que se explican a continuación:
- Abono líquido: llena un recipiente con césped recién cortado y agua, dejándolo reposar para que los nutrientes se liberen en el agua durante dos semanas. Use esta mezcla para regar las plantas.
- Compostaje: mezcla los recortes de césped (altos en nitrógeno) con material seco (hojas secas, cartón, alto en carbono) en su pila de compost para evitar malos olores y que se vuelva una masa viscosa.
- Prevención de malezas: una capa de unos 10 cm de césped puede ayudar a sofocar el crecimiento de malas hierbas en zonas no cultivadas.
Para usar el césped como mantillo, asegúrate de que esté seco y no contenga exceso de humedad, que puede causar problemas de pudrición en las plantas de tu jardín. Luego de usarlo, observa a tus ejemplares por unos días para asegurarte que no se estén creando problemas.
Beneficios del césped en las plantas
- Protección del suelo: evita que el suelo se seque demasiado rápidamente y se compacte, mejorando su estructura y favoreciendo el crecimiento de las raíces.
- Control de la humedad: ayuda a retener la humedad en el suelo, reduciendo la necesidad de riego frecuente.
- Control de la maleza: crea una barrera que dificulta el crecimiento de malezas, lo que facilita el mantenimiento del jardín.
- Modulación de la temperatura: ayuda a moderar la temperatura del suelo, protegiéndolo del calor excesivo en verano y del frío en invierno.
- Aporte de nutrientes: al descomponerse, el mantillo libera nutrientes al suelo, proporcionando a las plantas los elementos esenciales para su crecimiento.





