Vuelta a clases

Cómo ha sido el regreso a las actividades en los jardines maternales

Los niños y niñas de los jardines maternales han vuelto a las actividades presenciales también con nuevas costumbres derivadas de la pandemia. La alegría de los más pequeños por volver a encontrarse

De a poco, tímidamente, pero a paso firme: así están regresando a las actividades presenciales los niños y niñas más pequeñas a las salitas de los jardines maternales, ahora adaptados a las actividades permitidas en pandemia.

Muchos de los chicos, después de meses de aislamiento, llegaron con algunas dificultades para relacionarse con sus pares y para concentrarse. Algunos han pasado meses de encierro, sin contacto con otros chicos de su edad, y se han acostumbrado a las pantallas. Ahora llegó el tiempo de desintoxicarse del encierro, pero es un nuevo comienzo para todos, tanto para los pequeños, como para los docentes y adultos responsables de que los chicos vuelvan a las actividades presenciales.

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Así, Roxana Carro del Jardín Pininos, Adriana Palma del jardín Colorines y Nahuel Morales Alé, del jardin Antisopa, contaron cómo ha sido el reencuentro y los obstáculos que día a día van superando en esta nueva normalidad de los más pequeños.

Volver a jugar

Si bien las actividades didácticas virtuales son útiles para niños más grandes, no sucede lo mismo con los chicos más pequeños. Mientras más chiquitos, los niños necesitan más las actividades presenciales, el contacto físico, el abrazo, el juego concreto. Así lo dicen los profesionales del Nivel Inicial, para quienes el hecho de volver a jugar en los jardines maternales con otros niños de su misma edad, es una manera de recuperarse del impacto negativo para la sociabilización que trajo la cuarentena.

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Nahuel Morales Alé lo explica con un ejemplo que es tierno y triste a la vez.

Muchas de las familias nos contaban que los niños y niñas les pedían pasar aunque sea por la puerta del jardín para ver si todavía estaba ahí Muchas de las familias nos contaban que los niños y niñas les pedían pasar aunque sea por la puerta del jardín para ver si todavía estaba ahí

Esto les pasó a muchos de los chicos: se extrañaban y se desacostumbraron un poco a verse y a interactuar. Así lo destaca Roxana Carro.

Al principio les costó un poco reconocer a los demás, y respetar las consignas que se aprenden en el jardín, como respetar el turno, esperar a que otro termine de usar un juguete o un juego para usarlo yo, pero con el correr de los días son hábitos que se vuelven a adquirir Al principio les costó un poco reconocer a los demás, y respetar las consignas que se aprenden en el jardín, como respetar el turno, esperar a que otro termine de usar un juguete o un juego para usarlo yo, pero con el correr de los días son hábitos que se vuelven a adquirir

Para Adriana Palma, una ventaja del jardín y del juego con los pares, es mantener a los niños pequeños alejados de las pantallas. Según explicó muchos de los niños han vuelto al jardín muy pegados a la tecnología y habiendo olvidado un poco el juego concreto.

Una normalidad muy acotada

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En el caso de los tres profesionales consultados, coincidieron en que la normalidad propuesta por las condiciones de la pandemia es muy diferente al trabajo que realizaban anteriormente con los niños y niñas en los jardines maternales

En algunos casos por el número de integrantes por sala y por docente, en otros por los horarios acotados en los que pueden trabajar con los chicos y también por el tipo de actividades y los espacios que se pueden abarcar.

Si bien destacaron que es importante haber vuelto a reunirse y abandonar la virtualidad, se dificulta adaptarse a las nuevas condiciones, que también han cambiado en lo económico: recibir menos chicos, poder brindar menos horas de servicio a las familias, también afecta en el presupuesto de estos espacios lúdicos y recreativos.