La mayoría de las personas en todo el mundo, más de una vez se preguntó si realmente escucha bien y si está teniendo algún problema de audición. La Organización Mundial de la Salud brinda detalles que, proyectando a largo plazo, no deja de ser preocupante para la salud de los humanos.
La organización Mundial de la Salud afirma que más de un 5% de la población en todo el mundo, tiene problemas auditívos.
La pérdida de audición, que aparece poco a poco a medida que una persona va envejeciendo, se puede presentar de estas maneras:
- Pérdida de audición leve
- Pérdida de audición moderada
- Pérdida de audición grave o profunda
Se dice que una persona padece pérdida de audición cuando no es capaz de escuchar de la misma manera que una persona, cuyo sentido del oído es totalmente normal.
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Organización Mundial de la Salud: que dice sobre la pérdida de la audición
La Organización Mundial de la Salud arroja datos sorprendentes sobre la pérdida de la audición a nivel planetario:
- Más de 5% de la población mundial (430 millones de personas) padece una pérdida de audición y necesitan rehabilitación.
- La OMS estima que para el año 2050, la cifra aumentará a 700 millones de personas a nivel global (una de cada diez personas).
- Se estima que un 25% de las personas mayores a 60 años, padece una pérdida de audición discapacitante.
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Cómo darme cuenta que voy perdiendo la audición
Cualquier persona que conozca los síntomas que provocan la pérdida de audición, puede darse cuenta si parece este problema de salud.
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Según detalla Clínica Mayo (1889), situada en Minnesota, Estados Unidos, una persona puede saber que está teniendo problemas de audición al detectar algunos de estos síntomas:
- Tener la sensación de oídos tapados (amortiguación del habla y otros sonidos)
- Problemas para entender las palabras, sobre todo cuando hay mucha gente en un lugar y hay mucho ruido en el ambiente.
- Dificultad para escuchar las letras del alfabeto que no son las vocales.
- Pedir a otras personas que bajen la velocidad al hablar y lo hagan más claro y fuerte.
- Escuchar la radio o TV en un volumen cada vez más alto, sin darnos cuenta.
- Zumbidos en el oído.