Muchas personas y cocineros profesionales aseguran que cocinar en la olla de barro le brinda a las comidas un "sabor especial". Sin embargo, antes de poder utilizar este tipo de ollas, las mismas deben estar curadas correctamente.
Caso contrario, si no curas previamente las ollas de barro, las mismas pueden partirse, agrietarse o explotar en el medio de la cocción. Además, lo que se busca en esta "curación" es sellar los poros del material y evitar que los alimentos adquieran un sabor a arcilla.
El primer paso es remojar la olla o cazuela en agua fría y durante 12 horas. Pasado ese tiempo, hay que retirar el agua y dejar secar la olla. El próximo paso será frotar el interior y el exterior de la olla con un diente de ajo pelado (si la olla es muy grandes, o si tienes muchos utensilios para curar, es probable que necesites más de un diente de ajo).
El siguiente paso será llenar nuevamente la cazuela con agua y ponerla a fuego medio hasta que hierva (aproximadamente unos 10 minutos). Algunas personas reemplazan este paso por introducir la olla o la cazuela en el horno y cocinarla a 180°C durante una hora, y pasado ese tiempo se deja enfriar en el horno apagado.
Pasado este tiempo, retira el agua y lava la olla normalmente. A continuación ya podrás comenzar a utilizar las ollas o cazuelas de barro en tus preparaciones. Recuerda además que las ollas de barro deben manipularse con cuidado, ya que un mínimo golpe puede llegar a romper este utensilio de cocina.
