Los científicos lograron un avance importante al extraer material genético de un cráneo fosilizado encontrado en China, conocido como el "Hombre Dragón". Este hallazgo permite vincular el fósil con los denisovanos, un grupo misterioso de humanos antiguos que compartió el planeta con nuestra especie durante miles de años.

La investigación marca un momento clave en la arqueología moderna, ya que por primera vez se puede asociar un cráneo completo con esta población enigmática. Durante años, los denisovanos permanecieron como fantasmas del pasado evolutivo: se conocía su existencia a través de pequeños fragmentos óseos, pero nadie sabía cómo lucían realmente.

El descubrimiento que los científicos esperaban

diente.jpg

El cráneo fosilizado llegó a manos de los investigadores por una historia extraordinaria. Un trabajador lo descubrió en 1933 mientras construía un puente en la ciudad de Harbin, en el noreste de China. Consciente de su valor, el hombre guardó el espécimen en el fondo de un pozo durante décadas, donde permaneció oculto hasta que su familia lo donó a la Universidad Hebei GEO.

Científicos de diferentes instituciones intentaron sin éxito extraer ADN del fósil durante varios años. La edad del cráneo, de al menos 146.000 años, complicaba enormemente la tarea. Qiaomei Fu, profesora del Instituto de Paleontología y Paleoantropología de la Academia China de Ciencias, dirigió el equipo que finalmente logró el descubrimiento.

Los investigadores probaron múltiples enfoques antes de conseguir material genético del cálculo dental, esa capa dura que se forma sobre los dientes. Este método experimental les permitió recuperar ADN mitocondrial que estableció la conexión con los denisovanos conocidos. La ciencia había logrado poner cara a una población que hasta ahora existía como un enigma.

Cómo eran realmente los denisovanos

antepasado.jpg
Así era el elusivo "hombre dragón", según los científicos.

Así era el elusivo "hombre dragón", según los científicos.

Ryan McRae, paleoantropólogo del Museo Nacional de Historia Natural Smithsonian, describe que estos humanos antiguos tenían características físicas distintivas. Poseían cejas muy pronunciadas, cerebros del mismo tamaño que los neandertales y los humanos modernos, pero dientes más grandes que ambos grupos.

La apariencia general de los denisovanos era robusta y cuadrada. A pesar de estas diferencias, McRae asegura que vestidos con ropa moderna seguirían siendo reconocibles como humanos. Esta población antigua coexistió e incluso se reprodujo con nuestra especie durante decenas de miles de años antes de extinguirse.

Los científicos ahora pueden usar este cráneo como referencia para identificar otros restos denisovanos. Chris Stringer, líder de investigación en orígenes humanos del Museo de Historia Natural de Londres, considera que el cráneo de Harbin representa el fósil denisovano más completo encontrado hasta ahora.