Los chinchulines tienen muchos beneficios para la salud y el organismo. Por ejemplo, son una excelente fuente de proteínas y vitaminas, lo que las convierte en un complemento ideal para cualquier comida a la parrilla.

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Deliciosos. Los chinchulines no pueden faltar en ninguna parrilla, además tienen muchos beneficios.

Deliciosos. Los chinchulines no pueden faltar en ninguna parrilla, además tienen muchos beneficios.

Su consumo ayuda a mantener una buena digestión y fortalece el sistema inmunológico.

Los chinchulines son una fuente única de proteínas y nutrientes, pueden ser una adición beneficiosa a tu dieta variada.

Otro de los beneficios de incluir chinchulines en tus asados es que son una buena fuente de fibra, lo que puede ayudar a mantener tu sistema digestivo saludable y regular.

Los chinchulines tienen un alto en proteínas, esenciales para el crecimiento muscular, la reparación y el funcionamiento general del cuerpo.

También son rico en vitaminas y minerales esenciales como la vitamina B12, zinc y hierro, que apoyan la producción de energía, la función inmunológica y la salud en general.

Los chinchulines contienen colágeno, que puede favorecer la salud de las articulaciones y la elasticidad de la piel.

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Crocantes y con limón. Así se comen los chinchulines a la parrilla. 

Crocantes y con limón. Así se comen los chinchulines a la parrilla.

Los chinchulines son una de las achuras más populares, económicas y fáciles de encontrar. Suele comérselos en el inicio de un asado bien completo, junto a las mollejas y los riñoncitos, previos al chori y la morcilla, como anticipo de la carne principal.

Llevan bastante tiempo de cocción, por lo que hay que considerar un espacio en la parrilla para los chinchu por lo menos durante una hora y deben quedar bien crocantes. Con sal y mucho limón quedan riquísimos.

Beneficio de comer chinchulines: cómo elegirlos

A la hora de elegirlos, los chinchulines deben estar limpios y tener un color blanco pálido, con una textura firme que indique que los has procesado adecuadamente. El olor debe ser suave y no abrumador, ya que los chinchulines frescos solo tienen un ligero aroma.

No compres chinchulines que estén descoloridos o que tengan un olor fuerte y desagradable, porque estos son signos de que no están frescos.

Los chinchulines que son viscosos o que se sienten excesivamente duros también debes evitarlos, porque pueden ser difíciles de preparar y carecer de sabor.

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