Los hisopos han sido durante años el elemento más utilizado para limpiar los oídos en casa. A medida que aumentan las afecciones en el oído, los profesionales de la salud advierten que los hisopos pueden provocar más daño que beneficios al momento de higienizarse las vías auditivas.
De acuerdo a lo indicado por los especialistas de garganta, nariz y oído, este método de limpieza generalmente lo que provoca es empujar la cera hacia adentro, generando tapones, infecciones o incluso dañar el tímpano en vez de limpiar el oído.
Ante este panorama, los especialistas de la salud indican que la mejor manera de limpiar oídos en casa es con la irrigación suave.
Este método de limpieza, recomendado especialmente por los otorrinolaringólogos, consiste en aplicar agua tibia con un irrigador especialmente diseñado para los oídos, que ayuda a remover la cera sin riesgo de causar algún daño, según indica tn.com.ar.
El procedimiento es simple: se utiliza una jeringa de goma suave con agua tibia destilada (nunca caliente), que se aplica con una leve presión.
Por qué usar el método de irrigación en vez de hisopos
- No introduce objetos rígidos en el canal auditivo, evitando lesiones o perforaciones, lo que lo hace más seguro.
- Ablanda y expulsa la cera acumulada en lugar de empujarla hacia adentro.
- Al evitar la manipulación interna, se protege la flora natural del oído, reduciendo el riesgo de infecciones.
- Se puede hacer en casa sin complicaciones.
- Los otorrinolaringólogos lo consideran el método más seguro para la higiene regular del oído.
- A diferencia de los hisopos descartables, el irrigador se reutiliza y es más ecológico.





