Llegó la gran noche. Júpiter y Saturno se vieron pegaditos durante la Gran Conjución, mal llamada Estrella de Belén, que no volverá a disfrutarse de esta manera hasta 2080.
Llegó la gran noche. Júpiter y Saturno se vieron pegaditos durante la Gran Conjución, mal llamada Estrella de Belén, que no volverá a disfrutarse de esta manera hasta 2080.
A las 15.22 de Argentina los dos planetas más grandes del sistema solar aparecieron en el mismo campo de visión (visto desde un telescopio). A pesar de que pareció que iban a rozarse, la distancia real entre ellos era de más de 730 millones de kilómetros.
Quienes viven cerca del ecuador fueron los más privilegiados para observar este fenómeno que los creyentes llaman Estrella de Belén, entendiendo que fue eso lo que siguieron los Reyes Magos para llegar hasta el pesebre en el que nació Jesús.
Los astrónomos lo llaman Gran Conjución de Júpiter y Saturno y, entienden los científicos, que en el año 0 del nacimiento de Cristo no se dio un fenómeno similar.
De manera fortuita, este fenómeno coincidió además con el solsticio de verano en el hemisferio sur y el de invierno en el norte.
Lo que sucedió este 21 de diciembre fue la distancia mínima entre Júpiter y Saturno. Los planetas ya se habían empezado a acercar hace varios meses pero este lunes dio la impresión de que se convertían en uno solo en el cielo.
Según explicó Florent Deleflie, del Observatorio de París, a la AFP, la conjución responde "al tiempo que necesitan los dos planetas para encontrar posiciones relativas similares respecto a la Tierra".
Júpiter, explicaron, tarda 12 años en dar la vuelta al Sol, mientras que Saturno, 29, por lo que cada 20 años, desde la Tierra, pareciera que ambos planetas se acercan y a simple vista da la impresión de que fuera un "planeta doble".
La última conjución se dio en el 2000, justamente hace 20 años, pero para hallar una que haya tenido una distancia tan pequeña y que se haya podido ver así desde la Tierra hay que remontarse a 1623, de ahí que la NASA explica que "han pasado casi 400 años desde que los planetas pasaron tan cerca uno del otro en el cielo, y casi 800 años desde que la alineación de Saturno y Júpiter ocurrió por la noche".