La ONU logró un acuerdo para la protección de la biodiversidad en alta mar. Se trata de zonas situadas más allá de las jurisdicciones nacionales donde el principio de libertad a veces se traduce en una ley de la jungla.
"En alta mar se puede hacer un poco lo que uno quiera y esto es lo que sucede en la práctica", explicó Julien Rochette, del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales.
El acuerdo tiene como objetivo tener a mano un reglamento para territorios de alta mar para proteger la diversidad, amenazada por la contaminación, la pesca, el calentamiento global y la explotación de recursos cada vez más codiciados.
El acuerdo era necesario porque los territorios de alta mar, a partir de las 200 millas náuticas a partir de la costa, representan la mitad de la superficie del planeta.
Estas aguas tienen una biodiversidad excepcional, albergando desde numerosas especies de peces a ecosistemas, que son fuente de recursos para industrias como la cosmética o la farmacéutica.
Esta regulación era urgente si se piensa en el avance de la minería.