salud Mendoza
El 15% de los argentinos de entre 12 y 65 años los ingiere, según la Sedronar. Preocupan el abuso y la automedicación.

Se consumen psicofármacos desde jóvenes y en exceso

Por UNO

Hace una semana, una alumna de 6° grado les convidó a sus compañeros pastillas de Rivotril que traía de su casa, diciéndoles que eran golosinas. Tres de ellos debieron quedar internados en observación. La "travesura" ocurrió en Godoy Cruz y dejó al descubierto una situación que alerta a especialistas locales y que se condice con datos de encuestas nacionales: es cada vez mayor el consumo de psicofármacos, hasta el abuso, sin prescripción médica y que están al alcance de los niños, promoviendo intoxicaciones no intencionales.

Que el 15% de los argentinos de entre 12 y 65 años consume psicofármacos -unos 3 millones- fue uno de los resultados que dio a conocer recientemente la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar.) Desde Mendoza coincidieron en que desde los 12 años reciben consultas por problemáticas asociadas al consumo de sustancias psicoactivas en general -incluyen estos medicamentos- y que uno de los principales problemas asociados a los ansiolíticos es la automedicación.

"Estamos con un gravísimo problema educativo de falta de percepción del riesgo. Ciertas actitudes de hoy no son consideradas altamente peligrosas. Por eso vemos que fácilmente un niño puede tomar un blíster de medicamento y llevarlo a la escuela. Y esto está asociado al abuso creciente en el consumo de sustancias psicoactivas, legales o no, a la automedicación familiar. Es un problema social que lleva a la necesidad de este tipo de consumo", comentó Sergio Saracco, médico a cargo del Centro de Toxicología provincial, especificando que por eso es necesario abordar la necesidad y no la sustancia en sí.

Para enmascarar químicamente algún problema, o para descansar más o rendir mejor, también para calmar crisis nerviosas. Esas son algunas de las situaciones que los especialistas entienden pueden alentar a estas conductas que generan distintas problemáticas, al afectar directamente el sistema nervioso central.

Y que también son una de las causantes de las tentativas de suicidios, que es el segundo motivo de consulta que reciben en este centro.

"Esta problemática tiene como consecuencias la alteración del comportamiento, de la sensibilidad, del paso del tiempo, de los reflejos, como efectos principales, pero también que todas estas sustancias generan tolerancia, por lo que se necesita con el paso del tiempo aumentar la dosis para lograr los mismos efectos generando dependencia", detalló Saracco, quien también destacó que la clave en el caso de los psicofármacos es que se usen bajo estricto control e indicación médica.

Es que, según la Sedronar, el 21% de los que consumieron tranquilizantes alguna vez en la vida lo hicieron sin prescripción médica o iniciaron el consumo por indicación del profesional pero continuaron por su cuenta.

Que las consecuencias son distintas según la edad es otra alerta que dieron desde el Centro de Toxicología, destacando la importancia de que la ingesta no impacte en un cerebro en desarrollo, es decir hasta los 20 años o un poco más.

"Según los datos que tenemos de 2014 de la Sedronar, entre los 14 y 17 años, más del 10% de niños consumió psicofármacos o tranquilizantes sin prescripción médica. Y no es que 10% es un porcentaje bajo, porque no debería haber consumo en absoluto a esta edad. Debería ser cero", explicó con respecto a los casos de ingesta promovida.

Por otro lado, alertaron sobre las intoxicaciones en niños promovidas por el fácil acceso que tienen en sus casas a un blíster de medicamentos. "La primera recomendación, después de que la ingesta sea con indicación médica, es que no estén al alcance de los niños ni que se tome delante de ellos o se les diga que son caramelos", aclaró Saracco.

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